El gobierno de Gran Bretaña finalmente ordenó el cierre de escuelas a partir del viernes, luego de recibir críticas por el lento reaccionar ante el coronavirus y su postura previa a mantener abiertos los establecimientos educativos.
Si bien los colegios no recibirán a los estudiantes, el primer ministro Boris Johnson ordenó que algunas sí lo hagan para apoyar a los hijos de trabajadores de servicios esenciales, como la salud, según explicó el ministro de educación Gavin Williamson al Parlamento.
La decisión, explicó el funcionario, se tomó porque "el aumento del virus está creciendo a un ritmo más rápido de lo previsto” y ya advirtieron que el cierre de escuelas tendrá repercusiones económicas y sociales dado que cambiará la vida de nueve millones de niños y los padres que deberán cuidarlos en las casas.
En total, según la Unesco, ya hay 850 millones de niños y jóvenes que no concurren a los distintos niveles del sistema educativo, lo que el organismo definió como "un desafío sin precedentes".
El cierre de escuelas y universidades alcanza a 102 países de forma total y a 11 de manera parcial, con un número de estudiantes sin clases que se duplicó en cuatro días y se espera que continúe en esa línea.