El cronograma de vuelos de repatriación terminará a fin de mes y si bien se están analizando los pasos a seguir, se estima que unos 10.000 ciudadanos residentes en nuestro país no podrán volver por lo que ya se dispusieron distintas iniciativas estatales para brindarles asistencia en el exterior ante la pandemia del Covid-19.
Una pareja de argentinos viajó a Europa por su luna de miel. Se casaron el 7 de marzo y ese fue su regalo. Al llegar al viejo continente se encontraron con un panorama desolador: según el país, las ciudades comenzaron a ser fantasma, con bares y restaurantes cerrados y una alarma encendida en la población. Ante la declaración de la pandemia y la crisis sanitaria a nivel global, Facundo y su mujer decidieron cancelar todo - su travesía terminaba el 31 de marzo - y volver al país, pero aún no pudieron. De Londres, donde estaban, fueron a Madrid. Los colocaron en un pasillo de trasbordos, una especie de tierra de nadie, sin dejarlos pasar a suelo español. Había cuatro ciudadanos de nuestro país en ese lugar, simil "La terminal", protagonizada por Tom Hanks. La policía les informó que hoy habría un vuelo de Aerolíneas Argentinas (AA), pero es imposible comunicarse con las compañías aeronáuticas para conseguir un lugar y apelan a que sus familiares puedan sacar un ticket.
Desde la aerolínea de bandera le dijeron a El Destape que los vuelos de repatriación terminarán, como mucho, el 28 de este mes. O sea, en cuatro días. Si bien todavía se piensa en extenderlo, es probable que eso no ocurra y que esos viajes terminen con marzo. La necesidad del control sanitario obliga a que no haya muchos vuelos hacia nuestro país. De hecho, por día circulan menos de 2.000 personas en Ezeiza.
Para quienes estén en el exterior y quieran volver, explicaron el sistema de prioridades: primero tendrán su lugar quienes habían sacado un pasaje con Aerolíneas Argentinas y no pudieron viajar; luego seguirán los usuarios de las compañías que tienen convenio con AA - unas 52 - y podrán solicitar que les cambien su ticket por uno para el vuelo de repatriación. Los que ya tengan su boleto en una empresa sin convenio con la argentina, deberán pedir un endoso del mismo y esperar que quede un lugar el mismo día de la partida del servicio y la última opción es comprar el pasaje, siempre y cuando queden asientos.
Ante el escenario de ciudadanos que no puedan retornar al país, algo que parece ocurrirá, desde Cancillería le dijeron a El Destape que están trabajando en iniciativas para asistirlos. Éstas irán desde alojamientos a precios accesibles o gratuitos, según el caso, en hoteles, iglesias o escuelas; facilidades para el envío de dinero, además del uso de fondos de Embajadas y Consulados para la compra de medicamentos y alimentos. Las medidas serán para unos 10.000 argentinos que queden en el exterior.
Desde la cartera que comanda Felipe Solá aseguraron que lo mejor es aceptar las opciones que da la Cancillería. Quedarse amontonados en el aeropuerto no asegura tener un vuelo, que ya son pocos, y se dispusieron distintas medidas que pueden ayudar y asistir: en Madrid se autorizó el uso del Colegio Mayor como albergue; en París está disponible la Casa Argentina; en México un empresario argentino ofreció su hotel y en Dominicana se consiguieron hospedajes a precios económicos. En ese contexto, ya llegaron quejas desde Perú, ya que aseguran que ayer se fueron muchos argentinos sin pagar su alojamiento.
Si bien muchos no podrán volver al país, el Gobierno está buscando soluciones. Aclaran que son pocos los empleados de Embajadas y Consulados y no dan a basto ante tantas demandas, por lo que también será necesaria la paciencia en un marco de crisis mundial.
Mientras tanto, quienes logren regresar a la Argentina arribarán a Ezeiza, donde se reforzaron los controles y medidas de seguridad para el personal aeronáutico, según dijeron a este medio desde la ANAC. Para evitar contactos innecesarios, los familiares deberán buscarlos en auto o dejar el vehículo en el aeropuerto, con el ticket, para que lo usen como medio de traslado a los hogares donde cumplirán con la cuarentena. Aquéllos residentes en el interior cuentan con colectivos y combis para el traslado, siempre con las medidas de seguridad correspondientes para evitar la propagación del virus.