Entre Ríos no le escapa al temor generado por el creciente número de pacientes con coronavirus en el país. En la provincia ya hay dos casos registrados: uno en Gualeguay, en un muchacho que está siendo tratado en Buenos Aires; y otro en Paraná. Ambos casos son importados. A él se le suman cinco casos en estudio y 12 ya descartados.
Los datos fueron confirmados este martes por la noche por Sonia Velázquez, ministra de Salud de Entre Ríos, en el marco de una conferencia de prensa en la cual estuvo acompañada de otros referentes de la cartera sanitaria.
“Hemos dispuesto muchas medidas para evitar la aglomeración de personas, pero es muy importante el autocuidado, cuidarnos responsablemente a nosotros mismos”, había resaltado Bordet el lunes, en una instancia similar de información a la prensa. Y agregó. “Estamos trabajando para llegar a personas en grupos de riesgo con políticas alimentarias y también con los efectores de salud para mitigar los efectos de la circulación del virus”.
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Velázquez, en tanto, subrayó: “Estamos en una etapa de contención, sumamente importante para poder dar cuenta de la prevención. Es ahora el momento para poder contener todo el efecto de transmisión del virus en la población entrerriana”.
La primera luz de alarma se encendió el miércoles 11 de marzo: la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos, ubicada a pocos kilómetros de Paraná -dentro de la localidad de Oro Verde- cerró de manera repentina sus puertas. La medida, adoptada por las autoridades de la casa de estudios, tuvo lugar luego de conocerse que un estudiante santafesino que estaba siendo tratado por tener síntomas compatibles con la enfermedad había estado en el edificio.
La reacción fue inmediata: todas las instituciones de Oro Verde decidieron cerrar preventivamente, desde el municipio hasta organizaciones intermedias. Reabrieron este lunes, cuando se supo que el paciente había dado negativo y que de ese modo había habido circulación del virus en la zona.
Ese mismo día, casualmente, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, estuvo en Paraná, esperando un vuelo. En contacto con los medios locales, el titular de la cartera sanitaria advirtió sobre un “goteo” -ya eran 21 los casos a nivel país- que podría ir creciendo, en su mayoría por el ingreso de argentinos provenientes del exterior con la enfermedad. Asimismo hizo hincapié en el dengue, que azota a Entre Ríos con más de 70 casos confirmados, entre importados y autóctonos.
El viernes, luego de la cadena nacional de Alberto Fernández, el gobierno provincial brindó una conferencia de prensa donde, como primer término, adhirió a la emergencia sanitaria dispuesta a nivel nacional. En ese orden, además, estableció una serie de disposiciones, como la prohibición de eventos sociales con más de 40 personas. La medida contrajo la suspensión de fiestas y reuniones planificadas para el fin de semana, especialmente las que estaban programadas en lugares cerrados.
Durante el fin de semana, el gobernador y su equipo de trabajo siguieron de cerca todo lo relacionado con el coronavirus. De manera extraordinaria, Bordet encabezó una reunión de gabinete ampliada, con presencia de legisladores, el sábado a la tarde. Allí llamó a los organismos vinculados al tema a estar alertas, poniendo especial eje en la atención sanitaria.
Luego del anuncio de la suspensión de clases del domingo a la noche, el Consejo General de Educación elaboró una Resolución -la 0674- donde quedó formalmente suspendido el dictado de clases hasta el 31 de marzo. La medida tiene lugar en medio de un fuerte conflicto con los gremios de maestros, que habían anunciado 48 horas de paro esta semana –este miércoles y jueves- que se sumaban a dos días de la semana pasada -jueves y viernes- y a 72 horas de la primera semana: del lunes 2 al miércoles 4 y a 24 horas que se llevarían adelante el viernes 27 de marzo. El motivo: la ausencia de una oferta salarial desde la Casa Gris.
Fuentes de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos -Agmer- precisaron a El Destape que, de momento, no está previsto postergar el plan de lucha. Es decir, pese a la situación atípica, se mantiene la huelga. Asimismo desde el sindicato analizaron como positivo que se haya cancelado el dictado de clases. De hecho, durante el fin de semana, el gremio lanzó un comunicado solicitando justamente la medida. En el mismo sentido se expresó la delegación local de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica -AMET-.
La UNER también se sumó a la medida. Todas las carreras de pre-grado, grado y posgrado se comenzarán a dictar el 1 de abril. Fuentes de la casa de estudios le confirmaron a este medio que, de ese modo, unas 18 mil personas no estarán circulando por la institución. Asimismo todas las actividades administrativas y de otra índole no docente continúan desarrollándose con normalidad, aunque con extrema precaución y medidas de higiene muy estrictas.
El martes por la tarde se cerró defnitivamente la frontera con Uruguay, en los tres pasos fronterizos de la provincia: Concordia, Colón y Gualeguaychú. La misma medida, supo El Destape, será adoptada en el vecino país.
Por otro lado, ya en horas de la noche, el intendente de Paraná, Adán Bahl, decretó un asueto administrativo por dos semanas. En la capital, hasta el 1 de abril, sólo se prestarán servicios esenciales. El Poder Judicial, por su lado, decretó lo mismo. Este martes a la mañana, el gobernador Gustavo Bordet firmó el decreto estableciendo la misma medida por los próximos 15 días.