El ex presidente uruguayo, José “pepe” Mujica, analizó las consecuencias a nivel mundial que traerá la pandemia de coronavirus en el orden económico y político, ya que, quedó demostrado que el mercado “no puede arreglar todo”. Además, coincidió con la propuesta de que se le cobre un impuesto a la riqueza y convocó a realizar “una gran vaca colectiva, proporcional”.
En diálogo con El Destape Radio, el líder político advirtió que la pandémica del COVID-19 “le ha dado un golpe muy fuerte a la humanidad entera ya que es muy probable que más del 60% de la mano de obra del mundo está en paralizada y seguramente va haber repercusiones en la economía” y estimó que “el mercado mundial va a tener dificultades”.
En ese sentido, apuntó que en los países de primer mundo “se subestimó la fuerza del adversario, hubo gente que pensó que era una gripecita más y no se dio cuenta del fenomenal poder de contagio que tiene la enfermedad”. En tanto, aclaró que “no existe ninguna respuesta” para eliminar el virus por lo cual “se está aprendiendo mucho sobre la marcha”. “Tenemos un alud de información contradictoria, entonces, la humanidad se movió con autonomía”, indicó.
Entonces, el ex mandatario reflexionó cómo se dio un paso al costado de la lógica de que el mercado tiene que el control y el manejo del mundo e ironizó: “Cosa curiosa, volvemos a apelar al Estado nacional, al Estado que es una figura intelectualmente machucada por todas partes, en bancarrota, cuando el mercado era el que tenía que arreglar todo”.
“Con aciertos y con errores el Estado se tuvo que hacer cargo y establecer una cierta unidad de criterio y de demanda para enfrentar esto. Nuestro mercado se vio impotente y acudimos al Estado”, sentenció.
Asimismo, Mujica se mostró de acuerdo con la propuesta de que se cobre un impuesto a la riqueza, en este contexto de emergencia sanitaria y recesión económica, a lo cual, consideró que “la gente que tiene buenos ingresos tendría que poner algo” y propuso “hacer una vaca colectiva que tiene que ser proporcional”.
“Los hombros más fuertes tienen que contribuir en estos momentos, la clase media tendrán que contribuir con algo. No se trata, en un momento de tanta desgracia, de organizar la lástima, de dar lo que me sobra, sino se trata de compartir lo que tengo”, aseveró. Además, subrayó que “no se está hablando de un proceso expropiatorio o algo que signifique una parálisis posterior de la economía, sino que se habla de que hay sectores de la economía que a pesar de las dificultades, tienen buenos ingresos”.
Replicó, a su vez, que “si no se acude a los hombros más fuertes ¿a quién se va a acudir? ¿al FMI?” y adivritó: “A la larga pagaremos mucho más, la hora de la solidaridad significa contribuciones extras de aquellos que tienen cierta capacidad”.