Como anticipó El Destape, a partir de hoy las escuelas públicas porteñas comenzaron a entregar cajas con alimentos. Las mismas podrán ser retiradas por los padres de los alumnos cada quince días, quienes previamente deberán tramitar los permisos correspondientes. Sin embargo, advirtieron que los bolsones tienen pocos productos para abastecer a las familias.
Según estableció el Gobierno porteño, a pedido de los gremios de la educación que cuestionaron fuertemente la calidad nutricional de las viandas, las "Canastas Escolares Nutritivas" tendrán la capacidad de abastecer a las familias por diez días y estarán compuestas por dos litros de leche, cinco unidades de té y de mate cocido más diez de sólido para los desayunos.
Los almuerzos deberán realizarse en base a medio kilo de arroz, uno de fideos, 500 gramos de lentejas, una lata de arvejas, 900 cc de aceite; 520 gramos de puré de tomates, medio kilo de cebollas y zanahorias, un kilo de zapallo, cinco frutas, una lata de pescado, una caja de flan, un kilo de azúcar y 40 gramos de queso rallado.
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Finalmente, la caja también tendrá provisiones para un "refrigerio" compuesto de cinco unidades de té y de mate cocido, 10 de sólidos (como galletitas y barras de cereal), dos litros de leche larga vida y cinco frutas.
Si bien la medida respondió a los reclamos gremiales ante las viandas escolares, hasta ahora integradas por un sánguche de jamón y queso más una barra de cereal y agua, desde diversos sectores calificaron el contenido de la caja como "medio pobre". Dependiendo de la cantidad de integrantes de la familia y cómo racionen la comida, podría no alcanzar para completar los períodos establecidos.
Ante esta situación, diversas organizaciones sociales y vecinos se están autoconvocando para recibir donaciones de alimentos no perecederos y productos de limpieza para poder distribuirlas en los sectores más vulnerables
Para poder retirar las cajas, que se entregarán todos los miércoles, las familias deberán completar una declaración jurada en la que se establezca la asistencia para niños, niñas y adolescentes, así como el permiso para circular en territorio porteño, como explicó ayer El Destape. Una vez realizados los trámites online, estarán habilitados para ir al colegio correspondiente con el DNI del adulto designado para retirar los bolsones y el del estudiante asistido por él o ella.
En total, 359 colegios entregarán los alimentos en los barrios más vulnerables de la Ciudad, sobre todo. Se trata de 121.697 servicios solicitados, entendiéndolos como desayuno, refrigerio y almuerzo (ver cuadro con la dirección de cada establecimiento).
Ante la necesidad de cumplir con el aislamiento social obligatorio y evitar aglomeraciones, los bolsones se darán en cuatro turnos de una hora cada uno, entre las 12 y las 16. Se formará una fila fuera del establecimiento, respetando la distancia prevista por Salud, y podrán ingresar de a cinco personas al área de recepción. La dirección hará el control de la documentación y el estudiante secundario o adulto responsable deberá firmar un registro de entrega de la mercadería.
Los colegios tendrán un controlador de filas y acceso al público, rol cumplido por personal auxiliar para instituciones con entregas de hasta 400 estudiantes, equipo que contará con un segundo asistente en los establecimientos con más de 400 entregas. Teniendo en cuenta ese personal, estiman que los primeros podrán brindar cajas hasta a 100 personas por hora y los segundos hasta 200 cada 60 minutos.
Puntos de entrega de las "Canastas Escolares Nutritivas"
Dirección de escuelas que darán cajas de alimentos by Carla Pelliza on Scribd
Un servicio bajo la lupa
Las empresas encargadas de llevar alimentos son las mismas que actualmente tienen la concesión de las viandas para las escuelas porteñas. Una de ellas, Lamerich, quedó en el centro de la escena este verano cuando más de 100 alumnos terminaron intoxicados por su comida.
Un informe de la Auditoría General de la Ciudad dejó en evidencia las deficiencias de este servicio que a diario consumen los alumnos. El análisis data de 2014. Según pudo saber El Destape, se realizaron 126 mediciones de temperaturas a alimentos o preparaciones listas para consumir, de las cuales 70 no cumplieron con la pauta estipulada para la conservación y presentación de dichos platos. La de los postres, por ejemplo, debería ser de 8° y los comensales los recibieron a un valor térmico de 17°.
Además, se registró que las viandas no poseían cierres herméticos, cosa que no puede pasar con las cajas que se comenzaron a distribuir dado los estrictos controles para combatir el coronavirus. Los platos analizados arrojaron la desaprobación del estudiantado, mal aspecto de los alimentos, fideos crudos, milanesas pasadas o con "un color oscuro en el interior y sabor intenso", además de "falta de higiene al observar restos de pegamento de cintas adhesivas y de alimentos adheridos en la superficie del contenedor".
Si bien el período analizado tiene algunos años, esas empresas son las que actualmente brindan el servicio que fue tan cuestionado por docentes, alumnos y sindicatos.
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