Contra todos los pronósticos de las encuestadoras oficialistas, independientes y opositoras, Córdoba lo hizo de nuevo, como hace cuatro años: Mauricio Macri arrasó en esta provincia mediterránea con el 61,32% de los votos, contra 29,27% de Alberto Fernández del Frente de Todos. Pero además, la alianza derechista Juntos por el Cambio llegó a 51,32% de los votos y consiguió el récord de seis de las nueve bancas en disputa para la Cámara de Diputados. Mientras que el Frente de Todos logró dos escaños, y el gran perdedor fue el gobernador Juan Schiaretti, cuyo frente Hacemos por Córdoba consiguió un diputado, mientras que había puesto dos en juego.
“Su neutralidad no suena neutral, porque la neutralidad permite que las cosas sigan ocurriendo como ocurren y eso no es neutralidad”, había advertido Alberto Fernández en una entrevista la semana pasada con el diario Puntal de Río Cuarto, sobre la “prescindencia” de Schiaretti a la hora de elegir presidente.
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El 28 de mayo pasado, en el Centro Cívico de Córdoba ocurrió la última reunión entre los líderes de Alternativa Federal: el anfitrión Schiaretti, el senador Miguel Pichetto, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. En esa reunión hubo un clima tirante y la discusión se saldó cuando Massa les preguntó a sus socios: “En caso de no llegar al balotaje, ¿votamos a Macri o a Alberto?”. Schiaretti y Pichetto, no dudaron: “A Macri”.
El senador rionegrino terminó siendo compañero de fórmula de Mauricio Macri, y Schiaretti trabajó para la aplastante victoria de Juntos por el Cambio en la provincia que él gobierna.
El radical Mario Negri, quien preside el interbloque de Cambiemos en Diputados y fue reelecto como cabeza de lista de Juntos por el Cambio, había denunciado que desde el Gobierno de Córdoba repartían el combo Macri presidente – diputados de Hacemos por Córdoba, la alianza schiarettista.
El pasado jueves, en su acto del cierre de campaña y de la caravana #SíSePuede, desde Córdoba el macrismo buscó fidelizar el voto reaccionario, de derecha y conservador. La convocatoria, pese a lo que mostraron los medios hegemónicos, no superó las 20 mil personas. Sin embargo, logró el objetivo buscado: sumar votos. Y lo logró con creces.
“Las actas que llegan a nuestro centro de cómputos hablan de una victoria que llega a los 57 puntos y en algunos casos al 60%. Son mesas testigo y mesas comunes, el resultado por el que trabajamos desde la Unión Cívica Radical se confirma contundentemente. Ganamos Córdoba nuevamente; y me dicen que también estamos ganando Santa Fe y Mendoza”, señaló el intendente cordobés Ramón Javier Mestre, presidente del radicalismo provincial, ni bien llegó pasadas las 20 al búnker de Juntos por el Cambio en el hotel Holliday Inn.
Mestre, que se opuso a las maniobras de Macri en las elecciones provinciales del 12 de mayo, no dudó en ponerse la campaña al hombro. El radicalismo gobierna 146 municipios, de los 427 que tiene la provincia.
Mario Negri fue el encargado de confirmar las seis bancas que logró Juntos por el Cambio: “Tenemos 500 mesas distribuidas que representan la totalidad de la provincia. Esos fiscales nos envían sus datos y los vamos cargando al centro de cómputos. Los resultados nos indican que tenemos cinco diputados asegurados y vamos por el sexto diputado, aunque somos prudentes de los resultados oficiales”.
“Fue un resultado contundente. Hacía años que esto no pasaba en Córdoba. Yo le había dicho al Presidente que teníamos que volver a hablar con la gente, bajar a la calle, casa por casa, un ida y vuelta. Si el presidente Macri que tuvimos los últimos 50 días, lo hubiésemos tenido en el territorio escuchando a cada argentino durante los últimos seis meses, otra hubiera sido la historia. Yo he sido muy crítico de algunas políticas del Presidente, se las he dicho en privado y en público; pero no soy necio, el triunfo en Córdoba tiene un solo dueño, se llama Mauricio Macri”, le dijo Luis Juez a El Destape, confirmando que ingresará como diputado nacional. A Juez desde el PRO le habían dado el quinto lugar en la boleta, incluso operadores macristas trabajaron para que no llegara al Congreso.
En el búnker del Frente de Todos, en la sede del gremio de Comercio, el armador de la campaña cordobesa y cabeza de lista de diputados nacionales, Eduardo Fernández le dijo a El Destape: “En el bastión del voto ideologizado y antipopular hicimos una gran elección. Con el aparato del Estado nacional en contra, con el aparato del Estado provincial en contra y con el aparato del Estado municipal en contra; con todo el aparato mediático en contra, logramos el 30% de los votos para los compañeros Alberto y Cristina y renovamos las dos bancas en juego”.
El Fernández cordobés agregó: “Sacamos con los votos a estos delincuentes que beneficiaron a la usura financiera y destruyeron al aparato productivo nacional. Ellos que se miraban en el Chile de Piñera; no se dieron cuenta que nosotros nos miramos en el chile de los trabajadores y los estudiantes, en el Chile de los que luchan. Y nosotros luchamos y con el voto torcimos el rumbo del país hacia un porvenir de trabajo”.
Mientras que el gran derrotado fue Juan Schiaretti, quien diluyó el 54% de los votos que consiguió en mayo, al presentar una táctica electoral nacional perdidosa para su espacio y muy beneficiosa para su socio estratégico Mauricio Macri. El único senador del PJ cordobés, Carlos Caserio pegó el portazo el jueves y anunció que renunciaba a la presidencia del peronismo provincial. Caserio en sintonía con Sergio Massa y Natalia de la Sota, unificaron a los peronistas que trabajaron para que Alberto Fernández sea el nuevo presidente.
Además, la boleta corta de Hacemos por Córdoba que en las PASO consiguió colar dos diputados, esta vez, en la elección “por los puntos” –según el propio Schiaretti-; logró los votos para que sólo Carlos Gutiérrez alcance un escaño. En diciembre el PJ cordobés renovaba dos bancas de diputados.
En el búnker del schiarettismo, la fiesta terminó temprano. Antes de las 21.30 no había nadie en el hotel Howard Johnson, y el único que se quedó hasta esa hora fue Facundo Torres, quinto candidato en la boleta de diputados.
En diciembre, el peronismo cordobés reordenará su norte hacia la Casa Rosada y Juan Schiaretti buscará limar asperezas con el presidente Fernández, quien ya tiene interlocutores para bajar a Córdoba cada vez que su función presidencial lo amerite.