Córdoba vivió un caos por la protesta de remiseros y taxistas que se oponen a la llegada de Uber, la aplicación que conecta choferes y usuarios que comenzó a funcionar desde las 16 en la ciudad más importante del país, pese a que no tiene autorización para hacerlo.
La protesta comenzó cerca de las 10 en inmediaciones de la plaza España, en el corazón de barrio Nueva Córdoba, cuando el intendente Ramón Javier Mestre dejaba inaugurado el túnel de 145 metros que descomprime el tránsito por la avenida Chacabuco: “Esta obra es emblemática y la dejamos habilitada para que los cordobeses la puedan disfrutar”, dijo el intendente cordobés en un acto donde lo acompañó el ministro de Gobierno, Carlos Massei.
Minutos después, choferes de remises y taxis comenzaron a gritarle al intendente: “Mestre, eh, Mestre”. Luego, comenzaron a hacer sonar sus bocinas en señal de protesta por la llegada de Uber. El intendente no atendió los reclamos de los manifestantes y fue claro con los periodistas: “Uber es ilegal. La ordenanza es clara. Para nosotros es claro, la ordenanza no lo permite y la única posibilidad es a través de aplicaciones con centrales de taxis y remises. Quienes quieran prestar un servicio deben hacerlo con las autorizaciones. Control de Transporte tiene la orden de secuestrar los vehículos como corresponde. Y, si esto se profundiza, a nosotros nos ampara y es nuestra obligación hacer cumplir la Constitución, la Carta Orgánica y las ordenanzas; por lo tanto, vamos a hacer las presentaciones correspondientes”, aseguró Mestre.
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Sobre el reclamo de taxistas y remiseros, el intendente dijo: “En relación a la protesta, los funcionarios ya lo expresaron con claridad, yo ya lo dije. Ustedes saben que no hay ninguna presentación de ninguna empresa para llevar un servicio de estas características”.
En la zona de la plaza España, la Guardia de Infantería de la Policía cordobesa montó un rápido operativo para evitar incidentes entre los trabajadores y los funcionarios municipales. Con el correr de las horas, los piquetes de remiseros y taxistas se fueron extendiendo: en la Terminal de Omnibus, en el aeropuerto “Ambrosio Taravella” y en las principales avenidas hubo cortes de vehículos amarillos y verdes. En el aeropuerto cordobés hubo pasajeros que tuvieron que llegar caminando con sus valijas tiradas por ellos, ante la protesta de taxistas. Allí, tampoco pueden trabajar remiseros buscando pasajeros, sólo pueden llegar con viajes que tienen como destino la estación aérea.
“Nosotros trabajamos desde hace décadas. Prestamos servicios, con todos los papeles en regla, la Municipalidad nos persigue y deja que estas empresas fantasmas, que precarizan la actividad vengan y hagan una competencia desleal”, se quejó un taxista.
Diego Ruiz, un remisero con décadas en las calles cordobesas señaló: “Nosotros cumplimos con toda la reglamentación, ya sea las empresas, como los propietarios y los choferes. Se pagan aportes, antigüedad, vacaciones, somos un servicio público. Los servicios públicos no pueden ser manejados a distancia, trabajamos con personas, no con paquetes”.
Viviani apoya a los taxistas de Córdoba
La Federación Nacional de Peones de Taxis de la República Argentina emitió un comunicado en el que expresó su apoyo a los trabajadores taxistas de Córdoba "ante la irrupción de la multinacional Uber que pretende instalarse en la mencionada provincia" y advirtió que "en nombre de la tecnología evade impuestos, desconoce la legislación argentina y pone en riesgo miles de puestos de trabajo de los taxistas".
* Gustavo Molina es corresponsal de El Destape en Córdoba.