Las cooperativas atraviesan un momento asfixiante. Tras el shock regresivo de las políticas macristas con caída de ventas y aumentos extraordinarios de costos, ahora llegó la pandemia del coronavirus con la paralización total. Pero en la Argentina aún hay guerreros que salen a dar pelea y esta es su historia: cuatro cooperativas que cambiaron sus métodos de producción para sobrevivir.
En la Cooperativa JAC no sobra nadie
Las compañeras de Adriana Carrizo decidieron ponerle a la Cooperativa que forman el nombre JAC que representa las iniciales de su padre desaparecido Jorge Anselmo Carrizo, un trabajador metarlúrgico que militaba en la Juventud Trabajadora Peronista. "Que mejor recuerdo para mi papá que pelear por sus ideales", afirma Adriana, quien cuenta que tuvieron que transformar la producción de la cooperativa textil para afrontar los gastos fijos como el alquiler, el pago de retiros (sueldos) y conseguir abonar a proveedores.
"Nuestra cooperativa se dedicaba a la sanidad, a la gastronomía y a escolares, pero nunca hicimos barbijos. Entonces averiguamos con el INTI y logramos hacer un modelo de barbijo de dos capas", contó Adriana. En JAC montaron una guardia, cada compañera llevó sus máquinas de coser a sus domicilios y comercializan su producción por redes sociales.
"En la economía capitalista, el obrero siempre sobra. Acá no sobra nadie. Acá nos reciclamos para salir todos adelante", afirma Adriana, quien cuenta que la cooperativa JAC nació después de la crisis del 2001 cuando no había trabajo. "Nos juntamos un par de mujeres, con muchos sueños y sin nada en el bolsillo", sostiene.
La carpintería La Nacional hará camas para los contagiados
La crisis abre oportunidades. Para Leonardo Duva, el Fundador de la Cooperativa La Nacional, la oportunidad que dejará la pandemia es poder cambiar la forma de comercializar para favorecer a los trabajadores y a los compradores.
"Esta crisis nos demostró que los actores grandes de la economía no están dispuestos a acompañar la salud del pueblo, ni a un proyecto de ascenso social. La salida está en achicar la cadena de ventas y lograr que el productor venda de forma directa al consumidor", afirma Leonardo, quien preside el Grupo de Empresas Sociales y Trabajadores Autogestionados de la República Argentina (GESTARA).
La Nacional afronta una crisis de financiación por medio millón de pesos, debido a que se interrumpió la producción el 19 de marzo. Lo que no se interrumpió es la deuda y los intereses en los bancos. Para salir de la crisis, la cooperativa decidió usar el ingenio y cambiar su producción.
"La semana que viene vamos a producir materiales para poder hacer frente a la pandemia. Vamos a hacer camas, roperos y divisores de habitaciones para poder continuar con el trabajo", contó Duva.
La primer cooperativa de ingeniería del país quiere hacer máscaras sanitarias 3D
Los trabajadores de Ingecoop no quieren caer. La primera cooperativa de ingeniería del país, fundada en 2010, enfrenta una situación compleja: sólo utilizan el 30 por ciento de su capacidad de producción, les cancelaron obras en que trabajaban, su principal cliente cortó la cadena de pagos y no tienen posibilidades de financiación.
"Al tener una cadena de pagos larga /entre 45 y 90 días, cuando la rueda de ingresos se detiene la inercia para retomarla nos lleva entre dos y tres meses sin ingreso, y esto es lo que estamos avizorando para Mayo / Junio, si es que cuando se levante la cuarentena empiezan a reactivarse algunos proyectos, sino será terminal para nosotros", explica Mariano German Mariani, miembro de la cooperativa.
Ingecoop tiene 17 trabajadores y se dedica a dar servicios de proyectos de ingeniería y de apoyo técnico en obra. Frente a la faltante de materiales sanitarios y la necesidad de enfrentar la crisis, la cooperativa presentó ante el Ministerio de Desarrollo Productivo un proyecto para la creación de máscaras con impresiones 3D.
"Esperamos que esto rápidamente sea aprobado para poner a toda la estructura de Ingecoop a trabajar para colaborar con la contención del virus, a la vez que nos da una perspectiva de desarrollo", afirmó Mariano, quien además explicó que del proyecto participarían PYMES con impresoras 3D, cooperativas textiles y distribuidoras.
El bar peronista que lleva la militancia ahora en las viandas
El restaurante Lo de Néstor es reconocido por sus menús peronistas: Paritarias libres, Matrimonio Igualitario, con los Troskos adentro. La cuarentena por la pandemia del coronavirus complicó la cooperativa que nuclea a 16 familias y para afrontar la crisis lanzaron viandas.
"En la primera parte de la cuarentena cerramos la cooperativa. En este momento estamos trabajando cinco personas de un total de 16 trabajadores. Ahora estamos haciendo viandas especiales como la paella, el huevo de Pascua y el 1 de mayo será con el locro. Son comidas que cuestan hacerse en casa", afirmó a El Destape Gabriela Cabanilla, responsable del bar Lo de Néstor.
El problema es que el bar contaba con espectáculos que no saben cuándo podrán volver a realizar y sus principales clientes, los oficinistas, ya no van a sus puestos de trabajo. "Estamos evaluando aún cómo hacer para en la semana ofrecer un menú mínimo que posibilite que nos quede algún rédito", afirmó Cabanilla.
La responsable de la cooperativa destacó el trabajo de Gestara que le brinda alimentos y apoyo económico para las familias. "Desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) están teniendo una articulación importante con las cooperativas textiles y bregamos para que se pueda hacer algo con nosotros y las viandas"