Unas 74 cooperativas textiles de todo el país reclamaron al gobierno de Mauricio Macri que reactive los contratos que dio de baja en diciembre pasado y advirtió que están en juego unos 3.000 empleos.
La Red Textil Cooperativa (RTC), integrada por estas empresas recuperadas o fundadas por personas que estaban desocupadas, presentó un petitorio en el ministerio de Desarrollo Social, pero se fue sin respuestas.
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Julio Cesar Fuque, delegado de la Cooperativa Cabrones, contó que en diciembre el Gobierno dio de baja todos los contratos que tenía con el sector y no hay planes para reactivarlos. Estas cooperativas tenían contratos con el Estado para confeccionar ropa y otros elementos como chalecos antibalas de fuerzas de seguridad, como la Policía Federal, o guardapolvos para los chicos carenciados.
"No somos cooperativas parásitos. Somos cooperativas empresas que producimos. No queremos plata del Estado ni de nadie. Queremos contratos que nos den trabajo. Nosotros producimos nuestros propios ingresos", dijo Fuque.
Fuque aclaró que la intención de los trabajadores "para nada es hacerle la guerra al Gobierno ni pedir algo que no corresponda", sino sólo que se reactiven los contratos, dado que las cooperativas tienen capacidad para confeccionar prendas para las Policías provinciales o el Servicio Penitenciario Federal.
El delegado destacó el rol social que están cumpliendo estas cooperativas, dado que integran a exdetenidos y personas que habían sido explotadas en talleres clandestinos que operan para grandes y reconocidas marcas de ropa.
Al menos 3.000 personas de todo el país trabajan en estas cooperativas pero, según Fuque, algunas que estaban integradas por 20 o 30 trabajadores ya sufrieron la partida de la mitad debido a que "no hay trabajo para hacer y las familias necesitan cubrir sus necesidades básicas".
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