Más de un año después del accidente aéreo que le cambió la vida, Alan Ruschel marcó su primer gol oficial tras regresar al fútbol y se lo dedicó a los compañeros que perdieron la vida en la tragedia.
El defensor anotó uno de los goles en la victoria por 3 a 2 del Chapecoense sobre el Tubarao y emocionó a todo el estadio cuando levantó sus manos al cielo y se arrodilló en el campo de juego.
El festejo llegó a los 29 minutos del segundo tiempo a través de un contragolpe, que finalizó con un zurdazo de Ruschel a la red. Allí Ruschel levantó sus manos y giró hacia los cuatro costados del estadio, antes de caer arrodillado al suelo, conmovido por el llanto.
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En las tribunas, los fanáticos no dejaron de aplaudirlo, mientras que sus compañeros también se acercaron a felicitarlo.