Julieta Viñales (18) hizo llorar a la provincia de San Juan este miércoles cuando se conoció la triste noticia de su deceso. La joven, oriunda de Buenos Aires, pero con domicilio en San Juan, decidió operarse de las amígdalas antes de regresar a su suelo natal para estudiar Medicina. Se investiga ahora las posibles responsabilidades del médico que la operó en el hecho.
Fue esa operación el principio de su final. Lo que parecía simple terminó siendo un calvario para su familia. El 10 de febrero se preparó para la operación en la Clínica Cáceres, de nariz, garganta y oídos, en San Juan. Ese mismo día fue operada y dada de alta. Luego de dos días, el médico Maximiliano Babsia la revisó y no advirtió anomalías en su proceso; sin embargo, un día después se descompensó. Julieta comenzó con vómitos de sangre y fue trasladada de urgencia a uno de los hospitales de la provincia. El médico, cuando tomó conocimiento de la situación, le dijo que se trataba de una hemorragia postquirúrgica, típica del proceso, pero un día después su estado se agravó.
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El 16 de febrero, la chica sufrió un paro cardiaco y fue reanimada en un marco de gravedad elevada. Esa respuesta que había tenido su corazón fue producto de la fisura en la arteria carótida que, al parecer, había sido producida en la intervención. Los médicos habían notado que su sangrado era excesivo; “unos 4 litros de los 5 que posee un cuerpo humano”, explicó su madre Cintia. El tiempo sin oxígeno fue clave y perjudicó a Julieta, quien cayó en coma farmacológico desde entonces.
El caso fue conocido por el pedido desesperado de su madre, quien suplicó a la comunidad 40 dadores de sangre para reponer todos los plasmas que le habían aplicado a la joven, intentando compensarla. Pese a que la familia, en ese momento, sólo deseaba la recuperación de la chica, finalmente, el 27 de febrero denunció al médico por “lesiones graves”, aunque el profesional había desaparecido de su radio de acción. Finalmente, cerca de la medianoche de este martes, Julieta dejó de existir. Ahora el caso pasará al fuero penal de Instrucción y su calificación cambiará, luego del análisis del juez que intervenga.
Julieta vivía en San Juan desde hace cinco años, pero es oriunda de Buenos Aires. Había vuelto a su suelo natal para estudiar Medicina, pero cuando ocurrió el episodio estaba pasando las vacaciones en la provincia sanjuanina. “Quiero la condena social para el médico, que es lo peor que le puede pasar. A nosotros nos destrozó y voy a ir contra él por todo”, declaró Cintia a El Destape.
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