El Gobierno nacional volverá a reunirse con los delegados de la Línea 60, en el marco de un conflicto que se prolonga y hasta ahora no encontró solución. Mientras tanto, los choferes, que intentaron cortar la Panamericana y fueron corridos de allí por Gendarmería esta semana amenazaron con realizar un nuevo piquete en la tarde.
El encuentro será la prolongación del que se concretó ayer, en el Ministerio de Trabajo, ocasión en el que el ministro Carlos Tomada recibió a los trabajadores que reclaman la reincorporación de 53 despedidos y mejores condiciones laborales. Uno de los delegados, Iván Iza señaló que durante ese encuentro no hubo "una respuesta concreta", por lo cual indicó que se pasó a un cuarto intermedio, que se concretará este viernes a las 11 de la mañana.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Iza destacó que los choferes se sintieron reconocidos por la cartera laboral. La empresa Monsa SA, que tiene a cargo el servicio de la línea que une el norte del Gran Buenos Aires y Constitución, permitió que unos ocho coches salieran desde el mediodía hastalas 18 aproximadamente, en un servicio acotado para paliar la situación que se extendió por más de un mes.
La protesta de los delegados no ha sido respaldada por el gremio oficial, la UTA que conduce Roberto Fernández, pero sí por gran parte del sindicalismo de izquierda. Entre ellos, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara, quien decidió liberar entre las 11 y las 12 los molinetes de la línea C, en solidaridad con los reclamos. En la manifestación del jueves se hizo presente con los choferes el delegado de la lista bordó de la Unión Ferroviaria, Rubén "Pollo" Sobrero.
Por su parte, los choferes de la línea aguardan conocer el resultado del nuevo encuentro en las tres cabeceras, situadas en los barrios de Constitución, en la localidad bonaerense de Ingeniero Mashwitz y en Rincón de Milberg (Tigre).