El Consejo de la Magistratura, en su plenario de hoy, desestimó la investigación contra el juez Ariel Lijo, una maniobra clave para Mauricio Macri ya que se trata del magistrado que tiene en sus manos la causa Correo Argentino en la que el presidente está imputado penalmente.
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La movida, adelantada por El Destape hace 2 semanas, fue impulsada por el diputado Pablo Tonelli, punta de lanza PRO de las tropelías judiciales que encara el Gobierno. Este medio anticipó su presentación en la Comisión de Acusación, un mero trámite para que llegara al plenario de hoy.
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Junto a Tonelli, sellaron el archivo de esta investigación los consejeros que representan a los abogados Miguel Piedecasas y Adriana Donato, los jueces Luis María Cabral y Leónidas Moldes, los senadores Rodolfo Urtubey, Mario Pais y Àngel Rozas, el representante del ejecutivo Juan Bautista Mahiques y el académico Jorge Candis. La única voz discordante fue el diputado Rodolfo Tailhade. La jueza Gabriela Vazquez y el radical Mario Negri estuvieron ausentes.
La intervención del Gobierno en la causa penal que investiga a Macri y otros por el caso Correo Argentino suma así un nuevo capitulo. Vale recordar que Macri mandó a remover al fiscal federal Juan Pedro Zoni, que participaba de la investigación, y a reemplazarlo por Gerardo Pollicita, que le responde directamente. A su vez, mandó a reflotar viejas carpetas del juez Lijo vinculadas a su patrimonio y al de su hermano. Ahora, tras meses de tensiones con este juez clave en Comodoro Py, Macri hizo que el Consejo de la Magistratura desestime esa investigación, decisión que tiene una lectura: es muy probable que la contraparte sea una buena noticia para Macri en la causa Correo Argentino.
“Aconsejar al Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, desestimar las presentes actuaciones respecto al Dr. Ariel Oscar Lijo, juez titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 4”, dice el documento que se aprobó.
La investigación dentro del Consejo la llevó adelante Tonelli. Por ende, se movió al ritmo de las tensiones entre Macri y Lijo, centradas en la causa Correo pero que abarcan también otras puntas vinculadas a la relación entre la Casa Rosada y Comodoro Py. Lijo es uno de los jueces más influyentes no sólo en el devenir de las causas que interesan al Gobierno, sino también en la estructura de inteligencia paralela que armó la Corte Suprema al hacerse cargo de la antigua oficina de escuchas que orbitaba en el Ministerio Público Fiscal. Así las cosas, Tonelli primero acusó con toda, luego pidió desestimar con el mismo énfasis.
Para más irregularidades, el propio Tonelli está involucrado en el escándalo del Correo, ya que su estudio de abogados no sólo representó a esta empresa de la familia Macri sino que aparece en maniobras sospechosas como patrocinante de acreedores de los Macri que aceptan condiciones abusivas para el cobro de la deuda.
Todo parte de la declaración de la ex esposa de Alfredo “Freddy” Lijo, hermano del juez, en otra investigación vinculada al patrimonio de Eduardo Freiler, una de las víctimas de la cacería de no incondicionales del Gobierno en Comodoro Py. La mujer, María Carla Lago, dio a entender que los hermanos Lijo compartían negocios vinculados a los caballos en el haras “La Generación”, algo que o figuraba en la declaración jurada del juez.
Tras solicitar informes a hipódromos, municipalidades, bancos, entre otros, la investigación concluye: “ninguna de las respuestas recibidas en relación con lo requerido surge información, o al menos indicio objetivo alguno, que dé cuenta de la propiedad o participación del juez Ariel O. Lijo en el haras ‘La Generación’, que lo hubiera obligado a realizar la declaración correspondiente en sus declaraciones juradas patrimoniales integrales, a raíz de la declaración testimonial prestada que dio inicio a las presentes actuaciones”.