El día 23 de junio de 1968 ocurrió una de las tragedias más recordadas en el mundo del fútbol argentino: 71 personas de la parcialidad visitante morían aplastadas a la salida del estadio Monumental, en un clásico disputado entre River y Boca. ¿Qué ocurrió? Sufrieron el amontonamiento en una puerta que jamás se abrió: la puerta 12. La presión sobre el sector de salida generó que mueran decenas de personas, muchas de ellas menores de edad. El domingo pasado, quienes experimentaron una experiencia parecida (aunque para nada similar) fueron los propios aficionados del 'Millonario'.
Luego del encuentro ante Defensa y Justicia, y según denunció el sitio Política en River, los accesos del Antonio Vespucio Liberti se cerraron generando el pánico entre los hinchas que de por sí ya estaban en malas condiciones: hubo una superpoblación de fanáticos y en la cancha hubo más personas que la capacidad habilitada.
Según el sitio referido, una mujer relató un extraño episodio en el cual ingresaron personas "poco habituales" al estadio en el instante en que comenzó el partido. Este suceso ocurrió en la tribuna Centenario baja: "Al darse vuelta, vio a un hombre "grandote" dirigiendo a los hinchas donde estaba ella con su hijo de 7 años, a quien le paga la cuota y Tu Lugar Monumental. Los pasaron, literalmente, por encima provocando no solo su angustia sino un llanto desconsolado del menor quien quedó temblando todo el partido mientras inadapados sin ticket saltaban a su lado. Su hijo ya no quiere volver a la cancha".
"Hinchas yendo para un lado y otros volviendo chocaban sin entender qué pasaba. Empleados del club explicando detrás de las rejas que no podían abrir las puertas. ¿El resultado? Varios hinchas treparon por encima de las puertas", aclaró el sitio Política en River. La tragedia no ocurrió de milagro, y los socios de River siguen mostrando su descontento ante una dirigencia que no les brinda las condiciones edilicias adecuadas para ver a su equipo.