Con memoria y la mirada en el futuro

Al hablar ante la Asamblea Legislativa, dando inicio al año parlamentario, el Presidente Alberto Fernández no se detuvo más que lo estrictamente necesario en la crítica situación en que recibió el país, con una descripción precisa de datos duros que dan cuenta de su gravedad y de los múltiples desafíos que representan. Hizo foco, fundamentalmente, en los proyectos que serán la base del Programa para sus primeros dos años de gobierno y en la necesidad de sumar voluntades para poder poner de pie a la Argentina, revitalizar las instituciones e implementar verdaderas políticas de Estado.

Decir y hacer en consecuencia

El Presidente comenzó su discurso haciendo mención a la importancia de la “palabra”, señalado que en la Argentina de hoy se ha devaluado peligrosamente por el ocultamiento de la verdad, su tergiversación y su utilización para instalar en el imaginario público una realidad que no existe.

Contrario al mantenimiento de esa lógica, planteó la necesidad de recuperar el valor de la palabra y con ello la confianza en la coherencia que debe guiar las acciones, en particular las de gobierno, en función de las propuestas y principios formulados.

Sostuvo que "en democracia, la mentira es la peor perversión en que puede caer la política, gobernar no es mentir ni es ocultarle la verdad al pueblo, es admitir la realidad y transmitirla tal cual es para poder transformarla".

Esas convicciones constituyen un punto de partida trascendente que marcan un cambio de época y de paradigmas, que ya anticipara el 10 de diciembre de 2019 cuando, entre otras cuestiones, planteara:

“…vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un Nuevo Contrato de Ciudadanía Social. (…) Un contrato social que sea Fraterno y Solidario.(…) Solidario, porque en esta emergencia social, es tiempo de comenzar por los últimos, para después poder llegar a todos.(…) En este presente que afrontamos, los únicos privilegiados serán quienes han quedado atrapados en el pozo de la pobreza y la marginación. (…) Por eso la primera reunión oficial de nuestro Gobierno consistirá en un encuentro de trabajo sobre esta prioridad, el Plan Integral Argentina Contra el Hambre”

“Este es el espíritu del tiempo que hoy inauguramos.(…) Con sobriedad en la palabra y expresividad en los hechos.(…) Desde la fidelidad a ese mandato popular, vamos a impulsar un conjunto de medidas económicas y sociales de distinta naturaleza, que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo”

“No vamos a repetir la triste historia de misiones de técnicos imprudentes que prometen planes que no pueden cumplir y toman decisiones que luego terminan comprometiendo el destino de millones de argentinas y argentinos. (…)

“Llevaremos una parte sustancial de la actividad política y administrativa del Estado Nacional a las provincias, creando capitales alternativas. (…) Defenderemos nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, la plataforma continental, la Antártida Argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen porque pertenecen a todos los argentinos.”

“ (…) estaremos enviando al Parlamento las bases legislativas para institucionalizar un Consejo Económico y Social para el Desarrollo, que será el órgano permanente para diseñar, consensuar y consagrar un conjunto de políticas de Estado para la próxima década.”

“Una democracia sin justicia realmente independiente no es democracia (…) Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos (…) Nunca más a los sótanos de la democracia”

“No quiero finalizar sin mencionar enfáticamente que en estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres”

En sólo 81 días

La pausa a que el verano nos tiene acostumbrados ha cedido a la vertiginosidad de los hechos y a la intensa actividad política promovida desde el Gobierno nacional, al punto de perder de vista que no han transcurrido ni tres meses de la nueva gestión.

En ese breve período se han materializado numerosas medidas en línea con los compromisos asumidos por el Presidente, mediante la implementación del Plan Argentina contra el Hambre, la recomposición de los ingresos de los que menos tienen (trabajadores activos y pasivos, beneficiarias de la AUH, reducción de intereses y suspensión de cobro de cuotas de préstamos otorgados por la ANSeS).

Con similar objeto se dispuso el congelamiento y/o suspensión de aumentos de tarifas y servicios públicos, la intervención del BCRA para disminuir sustancialmente las tasas de interés, moratorias de la AFIP (para Pymes, Monotributistas y entidades sin fines de lucro), relanzamiento de diversos Programas de enorme impacto social (Precios Cuidados, Ahora 12, Remediar).

La deuda externa configura un tema crucial en el cual se viene trabajando en diferentes ámbitos, cuyos primeros resultados visibles aparecen en la postura adoptada por el FMI y su proyección en los márgenes de negociación con los bonistas privados, como en las señales favorables desde diferentes gobiernos y el apoyo del Vaticano.

Ante el Congreso el Presidente hizo mención a todo ello, pero también ratificó los límites que su Gobierno considera infranqueables en orden a la reestructuración y pago de la deuda.

“No perdamos de vista que no hay peor alternativa que la austeridad fiscal en las recesiones (…) lo más importante es que el acuerdo al que lleguemos con los acreedores sea sostenible. Necesitamos un acuerdo que le permita a Argentina ponerse de pie y no volver a caer. Eso es innegociable (…) Nunca más a un endeudamiento insostenible.”

“No sólo tenemos que evitar la dependencia económica de la deuda externa. También debemos evitar la dependencia intelectual de la deuda externa (…) Nunca más a decisiones que se toman con ínfulas tecnocráticas de la noche a la mañana, a espaldas del pueblo (…) En el tema de la deuda hay muchos intereses en juego. Hay gente con intereses distintos a los del país (…) Esta es la hora de definir de qué lado va a estar cada uno. Nosotros estamos del lado del pueblo”

Para quienes albergaban dudas acerca de la aceptación sin reservas del fenomenal endeudamiento registrado entre 2016 y 2019, también el discurso proporcionó definiciones claras. El BCRA ya está realizando un pormenorizado análisis de “la manera en que nuestro país recibió divisas en concepto de préstamos y el destino que los mismos merecieron”, para conocer cómo “los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo, acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos la carga de la deuda”.

Luego, resultarán las responsabilidades políticas, penales y civiles que darán lugar a las conclusiones, eventuales reproches e investigaciones que correspondan en cada uno de esos ámbitos.

“La deuda pública externa que se contraiga en el futuro no estará sujeta al capricho de los grupos de presión o los tecnócratas, sino a la prioridad basada en evidencia científica y necesidad social.”

Una nutrida agenda legislativa

En lo atinente a la Justicia son varias las iniciativas que impulsará el Poder Ejecutivo, destacándose la creación de un nuevo Fuero Federal Penal; de una nueva Sala y una Secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario; de un juzgado federal, una fiscalía y una defensoría federal en la ciudad de San Lorenzo (Santa Fe) orientada a la investigación de la trata de persona, el lavado de dinero y el narcotráfico; de nuevos cargos auxiliares fiscales y asistentes fiscales bajo la órbita de un fiscal coordinador de distrito, para fortalecer al Ministerio Público e implementar el sistema acusatorio; y en resguardo de los intereses patrimoniales del Estado, una profunda transformación del Fuero Contencioso Administrativo de la Capital Federal, sumando los recursos existentes en otras áreas (Fuero Federal Civil y Comercial).

Decisiones animadas en superar los serios problemas estructurales y funcionales del servicio de justicia, pero también por el propósito de ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza. Que también se pretende robustecer, con la creación de un Consejo para Afianzar la Administración de Justicia, cuerpo consultivo del PEN para seguir avanzando en las reformas del Poder Judicial.

La intervención ya concretada de la AFI, el dictado de un DNU que modifique la Ley de Inteligencia impidiendo –entre otras cosas- que esos Organismos realicen tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia, y la disposición de desclasificar los testimonios secretos de agentes de inteligencia vinculados a la causa AMIA, constituyen un complemento en procura de esos propósitos. Con la convicción de que los problemas de la Argentina no se resuelven con menos justicia sino con una mejor justicia.

El Presidente se pronunció categóricamente en cuanto a que “toda sociedad debe respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, así como que compete al Estado asegurar ese derecho. Fundamento de los Proyectos de Ley (de Interrupción Voluntaria del Embarazo y del Plan de los 1000 días), con los que se propone atender las diferentes situaciones que atraviesan las mujeres gestantes, tanto las que desean tener a su hijo como de quienes deciden interrumpir el embarazo. Conjuntamente, con el lanzamiento de un contundente programa de educación sexual integral y prevención del embarazo no deseado.

En materia de soberanía y defensa de los recursos de la Nación, se cuentan tres Proyectos: creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Espacios Marítimo; sobre la demarcación del límite exterior de la plataforma continental argentina; y la modificación del Régimen Federal Pesquero (Ley N° 24.922) para endurecer las sanciones a los buques que pescan ilegalmente.

Reafirmó la centralidad que han recuperado los Derechos Humanos, como política de Estado, afirmando que: la defensa de los derechos humanos no es la columna vertebral de un Gobierno, sino la columna vertebral de la República Argentina en su conjunto. Sin memoria, verdad y justicia la Argentina no se puede poner realmente de pie.

El Proyecto de creación de un Consejo Económico y Social para el Desarrollo Argentino, cuyos integrantes –designados con acuerdo del Senado- tengan mandatos que excedan la duración de un período de gobierno, que sea un ámbito donde se discutan políticas de Estado y de la sociedad de mediano y largo plazo.

De similares características es la decisión de crear la Agencia Federal de Evaluación de Impacto de las Políticas Públicas, como el Proyecto que declara a los 24 distritos argentinos como “Capitales Alternas de la República Argentina” y el Proyecto de Ley para el desarrollo del sector hidrocarburífero y minero.

Acerca del mundo del trabajo

La reseña precedente no agota las iniciativas legislativas contenidas en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa, aunque sí pone de manifiesto el correlato que implica con relación a lo enunciado en la campaña electoral y en ocasión de la asunción de Alberto Fernández como Presidente de la Nación.  

El mundo del trabajo considerando su multidimensionalidad, el papel asignado a las representaciones sectoriales y los desafíos que suponen los elevados niveles de desocupación, no formó parte como tal de los ejes temáticos, pero no estuvo ausente en el mensaje presidencial. 

Hubo expresas alusiones al referir la ley de hidrocarburos como motorizadora de empleos de calidad; en la alineación de los factores productivos para la creación genuina de trabajo, el incremento de la productividad y la inserción internacional.

También al referirse al Consejo Económico y Social, indicando que serán convocados los sectores del trabajo, de la empresa, de los movimientos sociales y de la comunidad científica y tecnológica, pero aclarando que la idea no era que desde su ámbito se discutan precios, salarios ni paritarias, elementos que consideró contenidos en la institucionalidad ya existente del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil.

Otro tanto cuando abordó el estado del sistema previsional, con una ANSES desfinanciada por la destrucción de fuentes de trabajo, la caída en el salario real y el virtual vaciamiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad; o al anticipar que se promovería la ratificación del Convenio N°  190 (OIT) sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo.

Quizás buena parte de la problemática laboral se considere ligada a la macroeconomía, contemplada y también condicionada por las medidas que puedan concretarse en orden a la renegociación de la deuda externa, a contener la inflación, a superar la recesión y reactivar la capacidad industrial ociosa como el consumo que impulse el crecimiento del mercado interno.

Sin embargo, todo ello no significa necesariamente que derrame en materia de creación de empleo -y de calidad-, mejora de las condiciones de trabajo, reducción de los niveles de siniestralidad laboral como del necesario rediseñamiento de los sistemas existentes para la prevención y reparación de accidentes.

También es legítimo plantearse cuánto podrá incidir en la necesaria democratización del Sistema de Relaciones Laborales, en una efectiva responsabilidad social empresaria y en el cese de recurrentes prácticas antisindicales.

La promoción del diálogo social como la incorporación de las diferentes expresiones del sindicalismo a las nuevas instancias orgánicas e institucionales en que se desarrolle, poseen relevancia frente a la conflictividad.

Pero ésta no se circunscribe al conflicto laboral, sino también se expresa en el terreno político, en el cual el rol del Movimiento Obrero adquiere particular importancia para el sostenimiento de la gobernabilidad cuando se proponen transformaciones profundas y los esperables embates –que ya han comenzado- de los sectores concentrados de la Economía.