Durante todo su mandato, Mauricio Macri les puso techo a las negociaciones paritarias para favorecer a los empresarios y pagar menos jubilaciones, que dependían de esta variable. En el momento en que los haberes iban a tener un mayor crecimiento, cambió la fórmula para generar una pérdida del 20% en dos años.
Con la modalidad anterior, los jubilados recibían aumentos a través de una ecuación que dependía en 50% de la variación salarial (el mayor entre RIPTE e Indec) y otro 50% de la recaudación de ANSES. Si bien sufrieron depreciaciones, los meses de actualización volvieron a la capacidad adquisitiva del semestre anterior.
Esto mantuvo a los pagos mínimos en un valor similar al de diciembre de 2015, de acuerdo a un cálculo de PxQ, la consultora de Emmanuel Álvarez Agis. Si bien en septiembre de 2017 la jubilación más baja fue de $ 7.246,64, en precios constantes de 2015 fue de $ 4.434, similar a los $ 4.299 previos al desembarco de Cambiemos.
Con la nueva fórmula de Cambiemos, hoy día el haber ascendió 227% en términos corrientes a casi $ 14.068. Sin embargo, equivale a una baja a $ 3.541 medido en pesos de 2015. Esto implicó un derrumbe del 15,2% contra marzo de 2018, pero del 20,1% respecto a septiembre de 2017.
La fórmula impuesta por el ex presidente impuso hace dos años ponderaba en un 70% a la inflación minorista del Indec y en un 30% a la variación de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE).
El bono que definió Alberto Fernández para la mayoría busca que por este mes y enero los adultos mayores cobren al menos $ 19.000. Para el ministro de Economía, Martín Guzmán, este adicional extraordinario procura “proteger a quienes en este momento están en una situación más vulnerable, para que recuperen el poder adquisitivo perdido en el gobierno anterior”.
La ley de emergencia pública suspendió por 180 días la actualización de Macri para definir una nueva modalidad y comprometió al Ejecutivo a entregar subas en marzo y junio. No obstante, no preestableció un piso para estas alzas, lo que alimentó el debate en el Congreso.
Si no se hubiera sancionado la norma, los jubilados cobrarían un incremento del 11,54% para marzo próximo y otro de aproximadamente un 15% para junio, lo que sumaría un 28,7%. El diputado Darío Martínez, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, anunció que el mínimo estará por encima de los $ 18.000.