El predio de Parque Norte fue la sede del acto en el que el peronismo miró por el espejo retrovisor y también por el parabrisas. Organizado por el instituto Gestar, el PJ en su conjunto se reunió para respaldar a la fórmula Scioli-Zannini y ratificar los lineamientos que ha seguido en estos 12 años, hoy sustentado en encuestas que marcan que el intervencionismo estatal y las políticas sociales calaron hondo en las demandas "de la gente".
No faltaron las ironías a la postura que adoptó el líder del PRO y principal candidato de la oposición, Mauricio Macri, quien pasó de proponerse como el cambio total a asumir como propias las medidas más importantes del decenio K. En un marco en el que asistieron gobernadores, intendentes y hasta el vicepresidente Amado Boudou, se planteó qué hacer de cara a los próximos cuatro años que, al menos en los discursos públicos, descuentan que serán con el actual mandatario bonaerense en la Casa Rosada.
Cerca de las 15:30 era el horario para el que se había convocado a los asistentes que quisieran presenciar algunos de los tres paneles de discusión que sirvieron de aperitivo en la jornada: independencia económica, soberanía política y justicia social. Los manifestantes se apostaron en la puerta del predio del sindicato de empleados de Comercio, que conduce Armando Cavalieri, mientras que la prensa ingresaba por un costado de los mismos.
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Por allí pasó un periodista estrella del grupo Clarín que se animó a sacarse fotos con algunos de los peronistas presentes y un cartel que decía "Scioli presidente". El clima era de una revoltosa cordialidad. Los encargados de la organización trataban respetuosamente a quienes intentaban ingresar pero, entre militantes "de a pie", periodistas y expositores se hizo un embudo contra el vallado de acceso que complicó el ingreso al predio.
En los paneles de discusión se destacó aquel que habló sobre la independencia económica, que tuvo como invitados al titular de la CGT, Antonio Caló, y al dirigente de la UIA José Urtubey. El salteño fustigó el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los buitres, al que calificó de una "exorbitancia jurisdiccional" y lo acusó de "no dejar que la Argentina honre sus deudas". Pidió reforzar el vínculo con el Mercosur para "discutir en bloque" con la Unión Europea y advirtió porque la economía nacional, a pesar de todo, es "una economía primarizada".
También citó al papa Francisco por su última encíclica. El papa peronista sería una de las estrellas de la jornada.
Caló, por su parte, definió a Néstor Kirchner como "el Perón del año 2000" y comparó las promesas recientes de Macri con la revolución productiva fallida del ex presidente Carlos Menem, a quien recordó sin mencionarlo como "uno que dijo que era peronista". De Cristina, subrayó: "La vamos a extrañar".
Por último, el titular de la CGT oficialista dejó toda una definición que seguramente caerá mal entre los nuevos gremios de izquierda: "El dirigente gremial debe tratar de que las empresas crezcan para que haya sindicatos grandes". Trabajo y capital unidos, la alianza de clases prometida por el justicialismo.
Otro que dejó definiciones picantes fue el titular del grupo Banco Provincia Gustavo Marangoni, quien compartió el panel sobre soberanía política con el intendente electo de General Roca, Martín Soria. Afirmó que las críticas de la oposición son como "quejarse porque el champagne está tibio", ponderó que el próximo gobierno recibirá "pleno empleo y el salario más alto de los últimos 31 años" e ironizó que eso se trata de una "pesada herencia" por superar.
Sobre el giro K del PRO, Marangoni respondió que la Asignación Universal por Hijo no es "el fin de la historia" sino "el paso intermedio para que sean hijos de empleados que cobren asignaciones familiares", algo que se repetiría luego en el acto central. Y confesó que se siente un poco molesto cuando le preguntan qué hacer con el tipo de cambio o las retenciones, a los que tildó de meros "instrumentos". "Que pregunten cómo vamos a seguir por este camino", pidió.
Cerca de las 18, cuando en el predio se mezclaban empleados de cuello blanco y jóvenes que vinieron desde el conurbano, se dispuso una suerte de VIP para la llega de los altos funcionarios. En un lugar exclusivo, se fueron acercando, entre otros, gobernadores como Maurice Closs, Sergio Urribarri o José Luis Gioja, que fue muy aplaudido cuando ingresó y se retiró de Parque Norte, mezcla de jugar de local (es el presidente del instituto) y del aura épica que brinda haberse salvado milagrosamente del accidente de helicóptero.
En el sector reservado fueron cayendo los diputados Diana Conti y Carlos Kunkel, el precandidato a gobernador Aníbal Fernández, el titular de la ANSES Diego Bossio y el actual vice Amado Boudou, que fue saludado por algunos de los presentes.
En la puerta los recibía el anfitrión, Armando Cavalieri, y hasta allí se acercaron también Carlos Tomada, Eduardo Fellner, Débora Giorgi y el carnicero Alberto Samid.
Los más vivados fueron, como era de esperarse, la fórmula presidencial. Primero fue Carlos Zannini quien entró y se sacó fotos con los funcionarios de bajo rango y militantes que pudieron ingresar a ese sector; luego fue el turno de Daniel Scioli y toda su comitiva de funcionarios, entre los que se incluía su jefe de Gabinete, Alberto Pérez.
Luego fue el turno del acto principal. Gioja saludó a quienes lo vitoreaban al grito de "Flaco, flaco" y les respondió "Flaco hay uno solo y está en el cielo", en obvia referencia al fallecido mandatario patagónico. Juan Manuel Urtubey se refirió a "una victoria que va a ser irreversible", anunció que el FpV va a "profundizar el cambio" (enésima referencia al PRO) y pidió "continuar una revolución que guiará a todo el Hemisferio Sur" mientras que Fellner subrayó que en el peronismo "no nos pintamos de amarillo".
La antesala del discurso de Scioli estuvo marcada por el video institucional de Gestar, en el que saludaron las medidas más importantes de los gobiernos de Cristina Kirchner en la Nación y de Scioli en la Provincia. El aplausómetro en la multitud tocó su techo, además del momento en que mostraron a Perón y a Evita, con el papa Francisco y Diego Maradona. "El país es peronista...y el próximo presidente también es peronista", cerró el actor "Coco" Silly en la voz en off. Acto seguido, se encendieron las luces, sonó el tema de Montaner que sirve de banda de sonido de la campaña y apareció Scioli con su discurso de cierre.
La salida fue más tumultuosa que el ingreso. Entre la gente que intentaba salir del predio por un espacio reducido y los curiosos que querían sacarse una foto con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, Gioja o Aníbal Fernández, la marea humana arrastraba los cuerpos que ya no se movían por propia voluntad. Todos se retiraron por la avenida Cantilo, a la búsqueda de un colectivo o un taxi. La noche había terminado.
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