Alquilar un departamento en Capital puede transformarse en una tarea olímpica con los precios que se maneja el "mercado". Montos exorbitantes y comisiones usurarias es la combinación a la que los inquilinos están acostumbrados. De hecho, son tan elevados que con lo mismo que se paga de alquiler se podría comprar una casa mediante un crédito.
Hoy día el dueño de una propiedad recupera el costo total de un inmueble en poco más de dos décadas. Con alquileres promedio en la Ciudad de $4.958 por 50 metros cuadrados, quien sólo hace uso del lugar en 24 años paga el valor entero que pagó el propietario.
Con un préstamo hipotecario a 20 años y con cuotas iniciales más bajas el mismo que alquila puede comprar una casa propia. Esto es porque los propietarios aumentan la mensualidad a la par de la inflación (o lo que perciben de ella). Dependiendo del barrio, las alzas interanuales a marzo han promediado 28%, en los relevamientos de la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno capitalino, con picos del 35% y 36% en Recoleta y Balvanera. Los menores ascensos se observaron en Palermo y Belgrano (25% y 15%), debido a su ya elevada valuación, que los posiciona en las zonas más caras de la Ciudad.
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El mayor obstáculo para solucionar el déficit habitacional y el interminable alquiler del 30% de los porteños parece provenir del sistema hipotecario comercial argentino, que se encuentra estancado. Los bancos, que registran las mayores ganancias en la Argentina, no presentan alternativas de adquisición de viviendas accesibles para los 350.000 hogares que hoy alquilan y utilizan hasta el 50% de sus ingresos en ello, de acuerdo a las cifras que maneja el legislador kirchnerista Fernando Muñoz.
A nivel nacional, las entidades comerciales entregaron el año pasado 13.000 hipotecarios, con los cuales suman un saldo acreedor de $ 25.000 millones. Estas cifras se complementan con el intento activo del Estado de dar vuelta una realidad austera del sector. Procrear entregó 63.000 créditos en 2014, con lo que llevará prestados $ 100.000 millones, cuatro veces la participación del resto del sector.
El programa acumula más de 160.000 líneas crediticias a tasas mínimas, lo que incluye 130.000 individuales (en su mayoría para construcción, pero algunas pocas para refacción) y 30.000 para hogares dentro de desarrollos urbanísticos, que son barrios nuevos sobre terrenos fiscales en la Provincia y el resto del país. Para fines de 2015, la ANSES, a través del Banco Hipotecario, llegará a colocar 200.000 créditos, con lo que prestará $ 100.000 millones.
La clara preferencia por Procrear se debe a la tasa que la acompaña que, dependiendo de los ingresos, puede ubicarse en el 2% o, en el caso máximo, 14%. En los otros casos el tipo de interés es variable y no inferior al 35%. Desde el sector aducen "inestabilidad económica", lo que les impide garantizar una propuesta atractiva para los inquilinos que quieran convertirse en propietarios. "Una inflación superior al 30% y la incertidumbre sobre cómo se comportará en los próximos 20 años las tasas no pueden ser más bajas, con ajustes constantes; por eso los clientes no quieren embarcarse en créditos", comentó un directivo bancario a El Destape.
A pesar de que sus ganancias $ 4.800 millones, los bancos también poseen un problema de descalce. Los fondos que priman dentro de sus bóvedas los buscan en plazos fijos a períodos cortos, entre uno y tres meses, que no sirve para prestar a 20 años.
Horacio Berberian, uno de los dueños de la inmobiliaria Shenk, coincidió con el factor inflacionario en el mal desempeño de la compra-venta de casas. "La actividad lleva más de un año de estancamiento porque la devaluación y la inflación alejan el precio de los departamentos de los que hoy alquilan y quieren ser dueños", explicó.
La falta de interés de los bancos por captar pesos a largo plazo se explica porque su mayor negocio se inclinó al dinero fácil de comprar títulos del Tesoro que rinden hasta 28% sin arriesgarse a la incobrabilidad que se presenta en las deudas hipotecarias a tasas variables. "El negocio de los bancos es prestar, pero no en cualquier condición", sentenció un ejecutivo de otra institución privada.
Desconocer cuánto se pagará de tasa es el miedo que lleva a los inquilinos a no buscar el financiamiento bancario que les permitiría conseguir su primera casa. La participación estatal es relevante a nivel nacional, pero insuficiente para cubrir la demanda total de créditos potenciales, estancados por el nulo aporte privado.