La Asignación Universal por Hijo aumentó a $ 837 desde junio, anunció la Presidenta ayer, como había anticipado El Destape un mes atrás. Con esto, el beneficio cubre casi la totalidad de la canasta básica alimentaria de los menores.
Cristina Kirchner anunció que la primera alza del año será del 30% y envió un proyecto al Congreso para que tenga dos actualizaciones anuales automáticas, al igual que las jubilaciones. La jefa de Estado pretende que la segunda se otorgue en septiembre y sea superior al 10%. Ambas suman alrededor del 40% para 2015 que este medio había adelantado, con información del Ejecutivo.
Desde su creación, la Asignación Universal por Hijo trepó un 365%, por encima de la inflación tanto privada como del INDEC.
Al no difundirse los datos oficiales para el nivel de pobreza se dificulta precisar el impacto de los ingresos, pero en las mediciones de Ecolatina al nivel de indigencia lo delimitan los $ 1.222 para los adultos y $ 855 para los niños.
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Por tanto, para la consultora el nuevo ingreso de los beneficiarios les servirá para cubrir el 97,9% de las necesidades calóricas, lo que los estadistas denominan canasta básica alimentaria. Esto deja de lado el resto de los bienes y servicios importantes para una vida normal, que los abarca el límite de la pobreza, como la vivienda y la vestimenta.
Para el relevamiento que dirige el massista Marco Lavagna, sólo en 2013 la asignación había alcanzado para costear los alimentos indispensables. En ese año, la transferencia ascendió a $ 460, mientras que en 2014 a $ 644.
Desde la creación seis años atrás el benefició trepó 365%, por encima de la inflación tanto privada como del INDEC. El retraso aparejado a una sola alza anual fue la causal de que meses después de la suba se pierda poder de compra.
Como la canasta básica no depende de los ingresos de la Anses y el índice de salarios oficial, Ecolatina advierte que el mecanismo de indexación elegido por el Gobierno puede no preservar el nivel adquisitivo real, por lo que propone alinearlo con la suba de precios.
Agustín D'Attelis objetó que, aunque la recaudación del organismo previsional juega como factor pro-cíclico, el Ejecutivo puede utilizar al Consejo del Salario para que el índice se eleve más ante una recesión. Sin embargo, el economista que elabora su propio IPC aclaró que esta carta dependerá del objetivo de política económica del equipo de gobierno que esté a cargo.
Lo cierto es que con esta suba que regirá desde el siguiente cobro las familias podrán cubrir los alimentos imprescindibles para los menores, lo que mejorará los ingresos generales de los hogares y el consumo, tan necesario para reactivar la economía.