Cómo serán los ocho hospitales modulares que planea construir Alberto Fernández para combatir al coronavirus

Varios de ellos estarán en el Interior. Planean estar disponibles antes de lo que el gobierno espera que sea el pico de la pandemia. 

18 de marzo, 2020 | 14.08

Cuando el brote de coronavirus en Wuhan era una noticia que sonaba muy lejana, durante el mes de enero, los medios argentinos se asombraban por la tecnología desplegada por el gobierno chino para construir dos hospitales en poco menos de dos semanas con el objetivo de atender a los nuevos pacientes de la enfermedad, que se multiplicaban día a día. Ahora, la Argentina se prepara para construir ocho de esas clínicas modulares. Los plazos no serán tan veloces como allí: en el gobierno esperan que estén listos antes del invierno, cuando, según los cálculos que manejan, el pico de la pandemia pasará por su peor fase en el país.

Serán ocho complejos de mil metros cuadrados cada uno, de los cuales una tercera parte estará dedicada a la instalación de unidades de terapia intensiva. Tres se instalarán en el interior del país y los otros cinco en el área metropolitana de Buenos Aires, todos ubicados cerca de otros hospitales de referencia, para poder dar abasto a las necesidades que presionarán sobre la capacidad del sistema de salud cuando el Covid-19 alcance su momento más crítico, durante la temporada invernal.

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El montaje estará a cargo del ministerio de Obras Públicas y se planificó en función de la orden de Alberto Fernández de “priorizar las acciones para reforzar el sistema de salud, dar respuestas a las demandas de atención primaria y asegurar la generación de mecanismos de atención de pacientes graves”, informaron a El Destape fuentes de esa cartera. Se utilizará una técnica de construcción en seco que permite trabajar durante las 24hs a partir de la utilización de habitáculos modulares prefabricados.

Los módulos se fabricarán en la Argentina, mientras que el equipamiento técnico y médico se fabricará de manera local en lo posible y el resto se importará, utilizando facilidades financieras provistas por la UNOPS, la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos. El costo total del proyecto aún se encuentra en estudio pero desde el gobierno la decisión política de avanzar con estas obras está tomada, por considerar que conlleva un doble beneficio: se robustece el sistema de salud pública ante la pandemia y al mismo tiempo se inyecta dinero en la industria y en la construcción.