Tras las elecciones del 27 de octubre, se perfila un nuevo Congreso de la Nación con una oposición más fortalecida de lo que se estimaba luego de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del pasado 11 de agosto. En efecto, los veinte puntos de diferencia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se redujeron a menos de la mitad y por ende, el número de bancadas se consolidó donde las minorías seguramente serán decisivas a la hora de legislar.
En total 130 bancas fueron renovadas en Diputados con una mayoría de Juntos por el Cambio. Esa fuerza, que llevó a Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto a la cabeza, sumó 10 legisladores a los 110 actuales; mientras que el Frente de Todos, con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, perdió 5 de las 115 actuales, por lo que quedó 10 diputados debajo de la nueva oposición.
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Consenso Federal (Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey) también perdió 3 bancas de las 8 actuales; y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Nicolás del Caño-Romina del Plá) quedó con una menos y un saldo final de 2 diputados. Sin embargo,los partidos provinciales pueden convertirse en la llave para el quórum y la negociación de leyes clave. Además, resta conocer cómo decantará la interna de Juntos por el Cambio entre el ala moderada que quiere una oposición constructiva y el sector duro que buscará obstaculizar a Alberto Fernández desde el primer día.
¿Qué ocurre en el Senado de la Nación?
En la Cámara Alta había 72 bancas a renovar: el Frente de Todos y aliados quedó con la mayoría al incorporar 4 a las 31 actuales, un total de 35 frente a las 27 de Juntos por el Cambio, que sumó 2 a las 25 existentes.
A diferencia de Macri, que gobernó con minoría en ambas cámaras, Fernández tendrá un Congreso más favorable a su favor para tratar una agenda parlamentaria, que incluye el Presupuesto 2020 y las leyes vinculadas a los vencimientos de la deuda.
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