En medio de la tensión del Gobierno Nacional con Hugo Moyano, el Ministerio de Trabajo arrancó con las auditorías a distintos gremios, en un intento por dejar al Camioneros aislado para la marcha del 21 de febrero.
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Son 80 sindicatos los que se encuentran en la mira de Mauricio Macri, que para el Estado "están en falta" con algún requerimiento de la cartera de Jorge Triaca: “Es una señal a todos los gremios, que tienen que dar respuestas por sus acciones. No es con el sindicalismo sino con los que están fuera de regla".
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Para colmo, el castigo que prevee la Ley de Asociaciones Sindicales contempla desde sanciones económicas que llegan hasta la suspensión y la pérdida de la personería jurídica. Las inspecciones arrancaron la semana pasada con la Federación de Educadores Bonaerenses, conducida por Mirta Petrocini.
Dentro de la inspección, están incluidas las memoria y los balances contables, cruces de información con la AFIP y el listado de afiliados y autoridades.
La Bancaria, por ejemplo, ya tuvo dos inspecciones en la obra social.
A esta presión, también se le suma el proyecto oficial de reforma institucional de los sindicatos, terminar con las reelecciones indefinidas y la publicación de las declaraciones juradas de los gremialistas.