Cómo es el pacto secreto entre el Gobierno y el FMI

El organismo internacional se niega a realizar un desembolso hasta que no haya un presidente electo. Hay cortocircuitos entre Macri y su principal allegado al FMI.

27 de septiembre, 2019 | 11.01

El periodista oficialista Marcelo Bonelli reveló el acuerdo secreto entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y aseguró que el organismo internacional no dará otro desembolso de dinero hasta después de las elecciones.

"El FMI no va a desembolsar el dinero pendiente hasta después de las elecciones", escribió en su columna para el diario Clarín, y explicó que "los fondos se enviarían, pero después de hacer una negociación con el electo Presidente. En otras palabras: el giro formaría parte de una negociación amplia con la futura administración".

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Aun así, todo se mantendrá en oscuridad y el FMI no hará ningún anunció formal, ni comunicado oficial que confirme que el dinero está congelado. De esta manera, seguirán las conversaciones y declaraciones con acciones instrumentadas para ganar tiempo hasta las elecciones.

David Lipton, el influyente delegado del Tesoro en el FMI, estuvo a punto de vulnerar este compromiso cuando dijo que “Argentina debe esperar”. Así habló para calmar el frente interno del organismo económico y es que, según Bonelli, "ahora existe mucha intransigencia y crítica con la Casa Rosada". El funcionario fue el que recibió e instrumentó las órdenes de Donald Trump para que Macri tuviera hasta ahora un trato especial del FMI: siempre hicieron la vista gorda con los incumplimientos del acuerdo.

El periodista de Clarín también deslizó que "Washington está preocupado por un triunfo del Frente de Todos", y que "el FMI no acordará nada con un eventual gobierno de Alberto si antes no hace un convenio político con la Casa Blanca". Por este motivo, el ministro Hernán Lacunza blanqueó el diálogo que tiene con economistas del candidato a presidente por el Frente de Todos. 

Macri tuvo una reunión con las autoridades del FMI y blanqueó las preocupaciones políticas que enfrenta: tuvo un tono realista y explicó las últimas medidas lejanas a la ortodoxia del FMI. Sin embargo, después confesó que no baja los brazos: “Estoy decidido a dar la pelea electoral”.