El primer Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans tendrá este 8 de marzo a las argentinas como protagonistas de un ruidazo, gritazo y cese de actividades a partir de las 12 del mediodía. La jornada finalizará con una marcha desde el Congreso hasta Plaza de Mayo a las 17 hs. donde volverá a escucharse el grito Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos y una serie de denuncias, demandas y deseos enunciadas en un documento trabajado en asambleas por organizaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos de prácticamente todo el arco opositor. En el mundo, casi 50 países ya se sumaron.
Las trabajadoras, las desocupadas, las despedidas, las mujeres que no tienen empleo porque no hay guarderías ni jardines maternales en todos los espacios, las migrantes, las estudiantes, las familiares de víctimas de femicidio, las sobrevivientes de violencia machista que no encuentran ayuda en las líneas de asistencia ni en la Justicia: todas tenemos motivos para parar. Una síntesis de cinco razones:
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1- Desocupadas, precarizadas e invisibilizadas
El paro busca hacer visible el mapa del trabajo desde una mirada feminista. Las mujeres ganamos aproximadamente un 27 por ciento menos que los varones por el mismo trabajo. Y esa brecha salarial se ensancha al 40 por ciento si se trata de ocupaciones informales. En un contexto de crisis y ajuste las mujeres son las más afectadas: el porcentaje de desocupación nacional es de 9,3, pero para las mujeres es 10,5 por ciento. Y esa cifra se duplica para las jóvenes del conurbano sub 30.
Aún cuando las mujeres trabajamos fuera de nuestras casas, volver al hogar significa seguir haciéndolo. Esta actividad que tiene un valor invisible: requiere tiempo y esfuerzo, pero no se ve ni se habla de ello. "Eso que llaman amor es trabajo no pago", dice la italiana Silvia Federici. Las argentinas que trabajan full time dedican 5,5 horas más a las tareas doméstico. Los datos se desprenden de la Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de 2013.
Dentro de las demandas del #8M hay una exigencia de mayor presupuesto para políticas públicas que garanticen tareas de cuidado: escuelas infantiles y jardines comunitarios para trabajadoras, con vacantes suficientes.
2- Contra todas las formas de violencia y los femicidios
Durante la segunda apertura de sesiones el presidente Mauricio Macri habló sobre los femicidios. "Cada 37 horas una mujer muere por violencia de género", dijo. La cifra es inexacta y remite a la última estadística difundida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que es de 2015.
La Casa del Encuentro registró 290 en 2016. Es decir un femicidio cada 30 horas. Y en lo que va del año los relevamientos de las organizaciones coinciden en que una mujer fue asesinada cada 18 horas. Las ONG tienen estadísticas más actualizadas y completas que el propio Estado nacional.
"Basta de violencias" y "Basta de femicidios" será una de las demandas este #8M. Además, se hará foco en las herramientas de prevención, asistencia y acompañamiento que faltan. Tal como la Ley de patrocinio jurídico gratuito para víctimas, aprobada por el Congreso en noviembre de 2015, pero que todavía el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación no puso en marcha. En esa línea, otra deuda es el monitoreo electrónico a través de pulseras para agresores. Y el cumplimiento Ley de Educación Sexual Integral, para combatir la violencia machista desde las aulas.
3- El aborto legal es una deuda de la democracia
El aborto inseguro es la primera causa de mortalidad materna en Argentina. Según las últimas cifras oficiales, en 2015 murieron 55 mujeres por abortar, 12 más que en 2014. La ley presentada por sexta vez por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito no llega a discutirse en el recinto del Congreso.
Hoy el aborto es legal solo bajo el modelo de causales: si se trató de una violación, si está en riesgo la vida de la mujer o del feto. Pero del dicho al hecho hay un abismo y por las interpretaciones de la ley, en los últimos años casi una veintena de mujeres fueron criminalizadas por abortar o por complicaciones obstétricas.
4-El machismo también encarcela
Milagro Sala y otras cuatro militantes de la Tupac Amaru están presas, de manera arbitraria, en Jujuy. Sobre la dirigente y parlamentaria del Parlasur, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya dijo que debía ser liberada "de inmediato" pero sigue detenida hace más de 400 días. #LibertadParaMilagro será una de las consignas de este #8M.
Retumbará en las manifestaciones nacionales el grito de la columna #LibertadParaHigui, otra mujer presa por ser lesbiana y por defenderse. Eva Analía "Higui" Dejesús fue atacada por un grupo de hombres que la golpeó e intentó violarla. Ella se defendió con un cuchillo y mató a uno de sus agresores. Cuando llegó la policía, ella estaba golpeada e inconsciente. Los agresores habían escapado. Fue detenida y espera el juicio en una comisaría de Bella Vista en un proceso repleto de irregularidades.
5- Paridad y representación en espacios de poder
Argentina fue precursor en la sanción de la Ley de Cupo femenino. El 34 por ciento de las bancas está ocupado por senadoras y diputadas, pero ese cupo se volvió un techo. Hoy la Ley de Paridad es una deuda pendiente del Congreso nacional. La desigualdad atraviesa todos los poderes. En el Ejecutivo, solo 2 de cada 10 ministros fueron o son mujeres. Y la inequidad en el Poder Judicial se refleja en la representación femenina en el máximo tribunal del país: en la Corte Suprema de Justicia hay sólo una mujer. La representación sindical de las mujeres trabajadoras también es mínima: de 37 secretarías que tiene la CGT, sólo dos están a cargo de mujeres.