Los trabajadores químicos despedidos en 2017 en Zárate y Campana de las plantas de Lanxess y Quipro no consiguen empleo, debieron cambiar sus hábitos de consumo y hasta sus familias sufrieron los devastadores efectos del desempleo. En la zona hubo 600 despidos en el sector químico en un área para el desarrollo de la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
"Lanxess cerró, hace ya casi dos años que estoy desocupado, comiéndome la indemnización que me dio la empresa", cuenta Pablo Gómez, quien era empleado de la fábrica de capitales alemanes que se encargaba de producir químicos en base al cromo para el tratamiento del cuero.
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"He visto personas de 50 años llorando, porque no consiguen trabajo. Cuando nos juntamos con nuestros compañeros preguntamos ´¿conseguiste algo?´ y la respuesta son todas caras largas. Algunos hacen changas, a otros los ayuda algún pariente o se dedican a ser remiseros", explicó Pablo.
Además de Lanxess y Quipro, en la zona química cerró Atanor (70 despidos), Carboclor que ahora solo importa (105) y Quipro (5). Además La Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) despidió a 18 trabajadores este año.
"Yo no cobré la indemnización, esta planta quedó como un fantasma. Se llevaron los camiones, sólo dejaron los tanques de depósitos vacíos y contaminantes. Antes cobraba más de 30 mil pesos por mes, hoy si llevó a casa 10 es mucho. Esto me cambió la vida", afirmó Santiago Lucero despedido de la empresa de Campana Quipro, que se dedicaba a la fabricación de productos químicos para limpieza.
"El 80 por ciento de los trabajadores despedidos no consiguió trabajo", afirmó Gomez, quien también explicó que la zona comercial se vio afectada por el despido de los trabajadores que dejaron de consumir por la pérdida de salarios. Debido al alto riesgo de vida, los empleados químicos tiene un salario superior a los 60 mil pesos que se traducía en consumo en la zona.
Un relevamiento que hizo El Destape mostró que además de las plantas químicas, decenas de fábricas cerraron por las importaciones y la caída del consumo. Entre las más importantes figuran Bunge con 130 despidos, Honda con 700 suspensiones, Pampa Energía que echó a 50 empleados, Quilmes con 100 desvinculaciones y Atucha III que dejó sus sustento a 270 familias.