Claro no tiene disponible el 4G siete meses después de que sus competidoras lo lanzaron. Aún se encuentra dentro del plazo comprometido, que vence a mediados del año próximo, por lo que no será sancionada por el ente regulador del Gobierno.
La compañía móvil mexicana había proyectado en febrero contar con LTE para junio, pero no llegó con los tiempos y sólo cuenta con parte de la estructura que pensaba desplegar en las principales ciudades del país. El mes pasó y aún no alcanzó a tener en servicio las 700 antenas que estimaba y que completarán su red inicial.
Esta es la razón por la que mantiene un perfil bajo y adelantó que no anunciará el lanzamiento con bombos y platillos, a diferencia de sus competidoras. Recién acabado todo el proceso comercializará al 4G con planes especiales y adecuados al mayor consumo de datos, pese a que ya venden los chips necesarios para utilizar la red. Es que con un uso pleno de la red, los megas se gastan 10 veces más rápido.
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Oficialmente, tiene tiempo para finalizar la primera etapa en mayo de 2016, donde las ciudades más grandes del país deben contar con el servicio, incluidas todas las capitales provinciales, Capital Federal, el Conurbano, Mar del Plata, Bahía Blanca y Rosario. Hasta entonces, no existen objetivos intermedios que deba cumplir, por lo que el Gobierno no cuenta con cartas para que la compañía acelere el proceso de inversión.
Las otras dos firmas que conforman el oligopolio telefónico avanzaron los planes oficiales y brindan LTE desde diciembre, con distintas políticas comerciales. Personal bonificó el servicio por seis meses, mientras que Movistar lo facturó desde un comienzo.
La división celular de Telefónica cuenta con 500.000 equipos móviles aptos para la nueva tecnología. Ya lleva desplegadas las antenas justas y necesarias para cubrir el 90% de la Ciudad de Buenos Aires y 190 localidades argentinas. El uso intensivo en zonas céntricas empeora la calidad del servicio, lo que podrá mejorar si instalan más donde el consumo es mayor.
La que depende de Telecom supera al resto con los 600.000 tenedores de celulares nuevos y habilitados para usar la cuarta generación de conexión inalámbrica. La expansión de esta corporación abarca ya a 18 ciudades de 15 provincias.
Con esa jugada a su favor, aprovecharon para aumentar las tarifas hasta un 45% en dos escalones. Claro sólo se sumó a la primera, en febrero, pero no tener el 4G la inhabilitó a exigirles una mayor retribución a sus clientes.
Movistar y Personal le deslizaron a El Destape que proyectan cumplir con las primeras metas e iniciar con la segunda etapa antes de lo pautado, dado que les resulta un segmento rentable. Tanto es así que usar LTE significa consumir el paquete de datos 10 veces más rápido.
La importancia de LTE no radica en la cantidad de usuarios, ya que es ínfima comparada con las 60 millones de líneas, sino con que permite descomprimir el espectro de llamadas y del 3G, que se encuentra saturado por las pocas inversiones. Es esa la razón por la que se cortan las comunicaciones y de la lentitud de Internet.