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Arroyo Salgado montó "una suerte de show con los peritos contratados por ella" para investigar la muerte de Nisman, y tiene "un interés" y una "posición asumida" en que el deceso sea considerado "un homicidio sí o sí", sostuvo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Y añadió que Arroyo Salgado no avala la teoría de una decisión personal de Nisman de matarse, porque "el suicidio no encuadra dentro de las pretensiones de su cabeza".
"He de recomendarle a la querella que en lo sucesivo dirija sus esfuerzos al esclarecimiento del hecho, teniendo por objetivo y fin último la verdad objetiva, y no un embotamiento innecesario e injustificado que solo se va traduciendo en un freno a la prosecución de la investigación", escribió la jueza Fabiana Palmaghini, al rechazar los planteos de Arroyo Salgado.
La situación fue considerada "un cachetazo" a la querella, dijo hoy el abogado Maximiliano Rusconi, defensor del técnico Diego Lagomarsino, quien le prestó a Nisman la pistola que mató al fiscal, y opinó que con esa decisión "ganamos todos".
Los peritajes y las duras críticas de Aníbal
Sobre esto, Aníbal Fernández sostuvo que "el Gobierno está fuera del proceso" y "mira (el caso) desde la tribuna", pero recomendó "ponerle más el ojo a esa cuenta" del banco estadounidense Merrill Lynch, "en donde la causa específicamente por lavado está imputando a Lagomarsino, a Sara Garfunkel de Nisman y a Sandra Nisman", madre y hermana del fiscal fallecido.
Precisamente ese es uno de los puntos sobre los que trabajará la fiscal Viviana Fein, ratificada al frente de la investigación: ayer, a través de un comunicado, anunció que librará un exhorto para solicitar informes sobre esa cuenta bancaria y que también interrogará como testigo en los próximos días a Sara Garfunkel.
Y fuentes cercanas a la fiscalía que lleva adelante la investigación precisaron que expertos del área de cibercrimen de la Policía Metropolitana y los peritos de parte de Arroyo Salgado y Lagomarsino concluyeron hoy el primer tramo del peritaje de los teléfonos celulares que utilizaba el difunto fiscal.
Se trata de tres teléfonos (dos celulares y un Nextel), dos de los cuales fueron secuestrados en el departamento de Nisman, en el edificio Le Parc de Puerto Madero, y el tercero aportado por Arroyo Salgado, porque es el aparato que Nisman le dejó a su hija mayor en el aeropuerto de Barajas (Madrid) cuando regresó a la Argentina en enero pasado para presentar la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández.
No se trata de un peritaje sobre el contenido específico de los aparatos sino de una primera observación que sólo está reservada a la jueza Palmaghini, para que ella evalúe qué es "privado" y qué es de "relevancia para la investigación", se subrayó, tras remarcar que los expertos firmaron un compromiso de "confidencialidad" para que el contenido de esos aparatos, básicamente fotos y diálogos de WhatsApp, sólo sea conocido por la jueza.
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