Mauricio Macri ya tiene casi cocinado el copamiento de la Cámara Federal, cuya purga aceleró tras el fallo que liberó a Cristobal Lopez y Fabian De Sousa. Hoy logró que el Consejo de la Magistratura avale el traslado del juez Eduardo Farah pese a que no cumple con los requisitos legales. Ayer recibió la noticia de que su colega Jorge Ballestero pidió licencia por temas médicos, pero ya debe saber que analiza seriamente jubilarse. Ninguno quiere someterse a una auditoría del Consejo auspiciada por el Grupo Clarín. La de Farah será una salida más elegante y, en cierto punto, acordada. Ballestero no tiene por ahora esa opción.
Farah necesitaba el visto bueno del Consejo de la Magistratura para su salida de Comodoro Py. Votaron a favor del traslado el representante del ejecutivo Juan Bautista Mahiques, Miguel Piedecasas, el juez Leónidas Moldres, los diputados oficialistas Mario Negri y Pablo Tonelli, el senador radical Angel Rozas, Adriana Donato y el académico Jorge Candis. El eterno subrogante Luis María Cabral y la consejera Gabriela Vazquez se abstuvieron. El diputado Rodolfo Tailhade y el senador Mario País votaron en contra. Desde ayer Tailhade advirtió de la maniobra del Gobierno de vulnerar la Constitución y construir tribunales a medida.
En la previa, el consejero Pais solicitó postergar la votación pero Mahiques, que representa a Macri en el Consejo, insistió en que se votara hoy. La mano del Gobierno expuesta. Tras este paso, solo resta esperar el decreto de Macri que confirme la salida de Farah de Comodoro Py. Ahí no habrá sorpresas: el propio Mahiques confirmó hace días que el presidente firmará el traslado.
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Farah pidió el traslado al Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 1 de la Capital Federal, una escala para luego llegar a la Cámara Federal de San Martín. Con la salida de Farah y el pedido de licencia del juez Ballestero, que piensa seriamente jubilarse, el único juez que quedará en la Sala I de la Cámara Federal es Leopoldo Bruglia, puesto ahí por Macri. En la Sala II quedaría en solitario el camarista Martín Irurzun, que tiene el copyright de la doctrina para encarcelamiento de opositores. Quedarán vacantes 4 de los 6 lugares de la Cámara por la que pasan todas las causas que interesan al Gobierno y a los medios oficialistas. El dedo de Macri y su capacidad de negociación con el peronismo siempreoficialista definirán las ternas.
Quedarán vacantes 4 de los 6 lugares de la Cámara
“Nos parece beneficioso que esa Sala tan cuestionada quede desintegrada”, afirmó hace unos días Tonelli, la punta de lanza de Macri para sus tropelías judiciales. No explicó beneficioso para que o quien, pero a buen entendedor pocas palabras.
El disparador de la salida de Farah de la Cámara fue su voto de desempate que definió la liberación de Lopez y de Sousa. Como contó El Destape, el contexto es el reacomodamiento de lealtades y términos de acuerdo entre la Casa Rosada, la mesa chica de Comodoro Py y los servicios de inteligencia, estos últimos personificados en el binomio Antonio Jaime Stiuso-Javier Fernández que tiene una influencia determinante en las acciones y omisiones de Farah.
El traslado de Farah tiene dos lecturas. Por un lado, deja un lugar clave en Comodoro Py. Con esto, la Escudería Stuiso (de la que, como definió Horacio Verbitsky, es un “impenitente gladiador”) reduce su poder. Por el otro, es una salida hacia adelante, un resguardo para mejores épocas, que conviene tanto a la Escudería como al Gobierno, que tendrá un nuevo lugar para ocupar en la Cámara Federal. En este sentido, su salida parece acordada con el Gobierno.
Toda la movida, sin embargo, tiene que cumplir con la Acordada 7 de la Corte Suprema. No parece ser el caso. La Corte estableció entre otras cosas que en los traslados se debe respetar la competencia. Farah pidió el traslado a un fuero Penal Económico, cuyo universo de acción difiera del fuero Federal.