Después del escándalo por las declaraciones del actor Alfredo Casero sobre la legitimidad de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, hijos de detenidos desaparecidos en la última dictadura cívico-militar, un teatro de Salta decidió cancelar la función de su obra. Aunque hay un detalle: el lugar le pertenece al nieto recuperado número 8.
"Quiero estar seguro de todos los nietos porque la forma en la que hablan no es la de un organismo de Derechos Humanos. Están haciendo política", sostuvo Casero durante una entrevista. Ante esto, El Teatrino -del cual Estela de Carlotto, incluso, es la madrina- hizo público a través de sus redes sociales que canceló la función programada de la obra “¿De qué no se puede hablar?” para el 24 de agosto, por considerar que “reivindica la última dictadura militar en nuestro país”.
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El dueño del teatro salteño es Humberto Colautti Fransicetti, uno de los primeros nietos recuperados: de acuerdo a los registros de Abuelas, es el número 8. Nació el 30 de agosto de 1974 y es hijo de Renato Colautti y Elda María Fransicetti, militante del PRT-ERP, de acuerdo a información de Abuelas de Plaza de Mayo.
Renato fue detenido en 1975 como preso político, y Elda formó una nueva pareja con un hombre llamado Roberto, militante de su misma organización, con quien tuvo otra hija: Noemí Elena, que nació el 19 de septiembre de 1976. El 23 de mayo de 1977, su casa fue allanada y la pareja fue secuestrada. Hasta hoy permanecen desaparecidos.
Los Ferri, una familia vecina, se hicieron cargo de Humberto y Noemí, hasta que en 1983 Abuelas pudo contactarlos. Poco tiempo después Renato, el padre del nene, fue liberado y pudo recuperar a su hijo, mientras que la nena fue criada por sus tíos maternos.
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