El presidente Mauricio Macrivisitará Rosario el próximo lunes para participar de los festejos por el Día de la Bandera, pero el acto no será abierto al público. Inclusive, se mantendrá un operativo policial para mantener a la gente a 300 metros de distancia y solo se podrá acceder con una acreditación previa.
Los detalles del acto fueron informados por la Municipalidad rosarina, que gobierna la socialista Mónica Fein. Si bien el primer mandatario presenciará la promesa de lealtad a la bandera por parte de 5 mil alumnos, no estará en el palco oficial con el resto de las autoridades, entre las que sí estarán Fein y el gobernador Miguel Lifschitz.
La disposición del acto, que luego de la visita de Macri sí se abrirá al público para los festejos, recuerda a lo ocurrido el pasado 25 de mayo, con una plaza totalmente vallada mientras algunos vecinos se quejaban por no poder acceder.
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El mismo comenzará a partir de las 11 y, a diferencia de otros años, no se transmitirá por cadena nacional. El despliegue de controles por parte de las fuerzas de seguridad comenzará a primera hora, mucho antes de la llegada de Macri, quien permanecerá en la ciudad apenas unos 45 minutos para intervenir en los festejos y dirigir algunas palabras ante los niños apostados frente al atrio.
Asimismo, desde la Municipalidad remarcaron que se permitirá el ingreso sólamente a quienes se hayan acreditado previamente como parte de la ceremonia que se realiza cada año en la Ciudad. El público no podrá acercarse a menos de 300 metros del escenario de donde estará Macri y recién después de su partida se liberará la circulación en el Parque Nacional a la Bandera.
La municipalidad socialista invitaron a los santafesinos a concurrir a partir del mediodía para disfrutar de los espectáculos musicales y ferias disponibles fuera del Monumento, junto al río Paraná. En ese momento, Macri ya se habrá retirado.
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