Buzzi: "En el tiempo de Néstor Kirchner al productor agropecuario le fue bien"

24 de diciembre, 2014 | 11.27
Por Mariano Parada Lopez
Redacción El Destape
@mparadalopez

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Eduardo Buzzi formó parte de una nueva ola que se quedó a medio camino. La lucha por las retenciones móviles le dieron notoriedad a las entidades de la Mesa de Enlace, pero el cambio de época que parecía venir en 2009 no fue tal. Ahora, decidió dejar a la Federación Agraria y aceptó ser el candidato a gobernador de Santa Fe por el Frente Renovador, al cual defiende del pasado kirchnerista de sus integrantes, el peor insulto dentro del sector agropecuario.

El Destape: -¿Qué lo lleva a lanzarse a la política?

Eduardo Buzzi: -Tengo un tiempo cumplido y mucha experiencia acumulada, fueron 14 años al frente de FAA y el diagnóstico respecto que las cosas están muy mal. Hemos tenido una década desperdiciada, hubo enormes oportunidades y Argentina agravó sus problemas. Yo quiero contribuir a un cambio en este país. A mi juicio ese cambio es el Frente Renovador, por su liderazgo, su capacidad y el volumen político que está alrededor. Roberto Lavagna, Miguel Peirano, (José Ignacio) De Mendiguren y (Aldo) Pignanelli forman parte de un equipo económico capaz de hacerse cargo de los problemas que deja el cristinismo y el kirchnerismo.

ED: -¿Qué representa el Frente Renovador?

EB: -Interrumpe el tren del neoliberalismo economismo que expresan fuerzas más de derecha y eso debe tener un correlato en Santa Fe, que tiene que ser gobernada por el mismo proyecto dejar de estar postergada. Santa Fe tiene enormes posibilidades y problemas, el más grande es el de la inseguridad, el gran problema de Rosario. Narcotráfico hay en todo el país, pero en Rosario se desmadró y en consecuencia los niveles de inseguridad son muy altos.

ED:-Sin embargo, una parte del massismo supo estar cerca del Gobierno.

EB: -Eso es un mito. Una situación similar puede expresar Julio Cobos y Martín Lousteau, que también estaban ahí. Analicemos las cosas por la positiva. Sergio Massa puede exhibir que en 2013, con un puñadito de intendentes, sepultaron el sueño reeleccionista de Cristina Kirchner con 4 millones de votos y convirtiéndose en una clara alternativa electoral y de organización política. Todos estos actores, como Felipe Solá o Alberto Fernández, son los desplazados por el kirchnerismo, aquellos que aportaron mucho para la solución del país y fueron echados del gobierno kirchnerista. Ese reagrupamiento de actores importantes de la gestión 2002-2007, hasta 2008, tuvo mucho que ver con que el país se recupere. Ninguno de todos estos actores pueden ser caracterizados por liberales. El enemigo del campo popular es el liberalismo económico que lo expresan otros, no hace falta que yo los mencione. Me parece que el mito de que "estaban ahí" hay que terminarlo. Estos fueron los que Néstor Kirchner y Cristina echaron a empujones porque tenían condiciones que al gobierno no le gustaban.

ED: -Usted dijo que muchos de ellos, cuando estaban en el oficialismo, fueron piezas importantes de la recuperación económica. ¿Reconoce algún mérito en los primeros años del Gobierno?

EB: -Sí, claro. Las cosas que se ponen en marcha en el 2002, con De Mendiguren, Remes Lenicov y Lavagna no andaban tan mal. El país creció, al sector agropecuario le fue bien, mejoró el empleo (y había) altos niveles de inversión. Había cosas pendientes, como la desigualdad, pero al país en ese periodo no le fue mal, creció a tasas importantes.

Podríamos comparar la crisis de Grecia y Argentina. Grecia, recibiendo 280 mil millones de dólares sigue estando en crisis y Argentina, sin recibir una moneda de ayuda de afuera, logró crecimiento del 7% anual. Lavagna, Peirano y todos estos muchachos fueron piezas claves en ese tiempo. Esto hay que verlo como lo que es. En el tiempo de Néstor Kirchner al productor agropecuario, con los niveles de retenciones tolerables y el tipo de cambio competitivo, le fue bien. Al sector no le fue tan mal.

ED: -¿Y qué pasó entonces en el 2008?

EB: -El conflicto del 2008 no tenía que ver con que estuviéramos en crisis, sino porque hubo un intento de arrebato de la rentabilidad y la prosperidad del productor. Fue un intento de confiscación autoritaria. Por eso hubo semejante reacción. Las cosas venían mucho mejor de como están ahora.

ED: -¿Qué peso cree que tiene hoy el sector agropecuario en la política?

EB: -No es el mismo momento que 2009 pero sí hay un registro de que el campo tiene que estar representado. El 2009 fue excepcional y espectacular, pero sí estamos todavía vigentes y las fuerzas políticas no descuidan la representatividad agropecuaria. El problema del campo está en la agenda de los partidos políticos. El problema del campo es parte del problema de cualquier fuerza política.

ED: -¿Cree que, gane quien gane, se vendrá una etapa más amigable con el sector?

EB: -Definitivamente creo que sí. La mayoría de las fuerzas políticas han aprendido la lección respecto que enfrentar a los sectores más dinámicos de la economía, proveedor de materias primas y generador de empleo es una torpeza. Cualquier expresión que venga va a tener relaciones más amigables.

ED: -¿Incluyendo a Scioli?

EB: Incluyo a Scioli en ese análisis. Lo que no quiere decir que cualquier fuerza va a hacer las reformas que hay que hacer. Es un tema que va a estar en disputa. Relaciones amigables seguramente (habrá). La actitud necia del kirchnerismo hacia los productores difícilmente se vuelva a dar en el futuro de la Argentina.