Nació en 1976 en la ciudad bonaerense de Ituzaingó y comenzó su carrera periodística en el deporte. Actualmente es uno de los personajes que genera mayores sentimiento cruzados entre el público. En una entrevista exclusiva a El Destape, Diego Brancatelli habló sobre la situación actual del periodismo, su hijo, Valentín, el club de su infancia del que ahora es dirigente y las posibilidades de presentarse en las próximas elecciones.
¿Cómo evalúas el despido de Victor Hugo Morales de C5N, en medio de lo que está ocurriendo en el Grupo Indalo?
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La salida de Victor Hugo marca un poco el momento que estamos atravesando. Se puede ver desde dos lugares. Desde lo laboral, es un ejemplo claro de la crisis laboral que está teniendo el país, con fábricas que cierran o echan empleados. No es Victor Hugo solo, hay 3000 colegas que han perdido su fuente de trabajo, y este gobierno no ha hecho nada para que eso no suceda. Si vamos al tema pauta, en todo caso que juzguen a empleados o empresas, que den una dinero acorde a lo que el medio es y que alguien se encargue de que esté bien dada. Este Gobierno siempre lo que está mal, en vez de hacerlo bien lo corre y lo saca. Por otro lado, a Macri no le gusta las voces opositoras. Nos entretienen desde los medios con la corrupción kirchnerista pero no hablamos de los grandes problemas de la Argentina actual. Además, Victor Hugo es brillante, te hacía ver cosas que no veías y ya no está, como Navarro, no están las voces disonantes, las distintas, y eso marca que estamos en un momento dificilísimo.
¿Cómo ves al periodismo de la actualidad?
Ha cambiado bastante respecto a lo que me cuestionaban a mí dos años atrás. Cuando resaltaba derechos adquiridos del kirchnerismo, me decían que lo mío no era periodismo, que era militancia. Me decían, quienes hoy mismo defienden a Macri, que el periodismo necesita ser critico, opositor y denunciante. Hoy son totalmente amigos, pauteros, dormidos, silenciados, callados, cómplices de este blindaje que se está viviendo. Es absurdo y bochornoso el rol que juegan los principales periodistas. Todos ellos antes criticaban al oficialismo, hoy son críticos de la oposición, cambiaron los roles. El periodismo va a tener que volver a ser lo que decían que tenía que ser. El rol del periodismo en la actualidad es ocultar la verdad y mentirle a la gente, pero por suerte existen otras herramientas para informarse. Creo que al final, la verdad va a triunfar.
¿La polémica en los Martín Fierro de Radio fue un punto de inflexión de lo que pasa en la profesión, o tan solo un síntoma más?
Lo que pasó en los Martín fierro no sé si es un punto de inflexión, pero es lo más grave y bochornoso que vi en una entrega de premios. Si a mí me castigaron por regalar una Cristinita de la suerte, queda como un bebe de pecho al lado de ésto. Se han insultado, se ha mentido, se ha defendido a los patrones y no a los colegas. ¿Sobre todo alguien que ha participado de un levantamiento intentando derrocar a Alfonsín (en referencia a Alfredo Leuco), hablando de moralidad, sin bancar a los colegas y defendiendo a los patrones? Todo estuvo mal, se fue de las manos y esa es la grieta que se han encargado de alimentar. Estos periodistas son los que han echado leña todo este tiempo. Me pareció fabuloso lo de Sietecase y su productora, en un momento tan sensible y los demás saben cada uno y podrán juzgar que es lo que han dicho y hecho al respecto.
¿La “grieta” como palabra que se utiliza, genera más grieta?
Estoy a favor de la grieta y estoy convencido que es necesaria. Hoy me siento más que nada de un lado de la grieta. No quiero ser como son ellos, me daría vergüenza. Duermo tranquilo y sé que estoy del lado de los buenos. Antes tenía otro nombre, pero siempre existieron los opuestos, las rivalidades, las discusiones. Es que en realidad, para que una democracia se alimente, es necesario tener dos visiones distintas. Hay dos proyectos de país. Unitarios y federales, radicales y peronistas. No se llamaba grieta, se llamaba de otra forma, pero no existe la ancha avenida del medio. Es como la objetividad en el periodismo. Está en nosotros si la discusión es con respeto y que se debatan ideas y no el fogoneo malintencionado que ciertos periodistas hacen porque viven de ella y les permite hacer un blindaje del gobierno actual. En lo concreto, el macrismo dijo que venía a pacificar, a unir y logró todo lo contrario. Nos odiamos, nos puteamos en la calle, la gente está nerviosa. La estamos pasando muy mal y eso no ayuda a unir a los argentinos.
Hablando sobre la objetividad en el periodismo…
¡Perdón! No soy objetivo. No quiero serlo, nadie lo es. Miente aquel que lo dice. No existe la objetividad, lo estudias en la universidad. Hay quienes son más de izquierda, de derecha, cuentan con una historia familiar u otra, una realidad u otra.
En 2014, Jorge Yoma te acusó de recibir sobres justamente por respaldar las cosas que te parecían buenas del kirchnerismo. Vos fuiste a juicio ¿En qué quedó?
Lo llevé a la Justicia, no pudo presentar pruebas. Me autodenuncié y pedí a Yoma que presente pruebas de lo que había dicho. No lo pudo hacer y quedó ahí. Podría haber iniciado acciones para seguir perjudicándolo pero solo quería que quede aclarado eso. Hay mucha gente que no se banca que alguien defienda con pasión y convencimiento sin que reciba sobres a cambio. No solo no recibí nada, sino que no tuve pauta. En dos años de macrismo, nadie me puede decir que cambie de parecer. Era kirchnerista, soy kirchnerista. Era peronista, soy peronista. Ahora tengo muy en claro qué no me gustó del kirchnerismo y del peronismo.
¿Cómo está tu hijo Valentín?
¡Está muy bien! Creciendo. Pobre, le tocó ser concebido durante el kirchnerismo y crecer durante el macrismo, dos realidad totalmente distintos. Me hace preguntar qué futuro le estamos dejando a nuestros hijos. Cuando tenga que explicarle qué está pasando va a ser difícil, hubiera sido mucho más fácil antes. Esperemos que sepa captar de la realidad y de la vida lo mejor.
¿Que preferirías más, que "salga" peronista o hincha de Ituzaingó?
¡No lo voy a forzar! Dudo que salga hincha de Ituzaingó, porque es una cuestión de pertenencia. Me crié ahí, iba a la pileta, a la colonia, es parte de mi vida y eso el no lo va a vivir. Me acompañará a mi, ahora que soy dirigente. Quizás sea hincha de Pinocho, no sé. Pero peronista va a ser, dudo que no lo sea. Si logra tener la sensibilidad de los padres, el criterio y el sentido común de la Justicia Social, lo va a ser solo. ¡De Ituzaingó, ojala! Ya es socio y todo, le compré la camiseta, el babero, el vasito, vamos a ver qué pasa.
En 2015 te presentaste como concejal pero no te dejaron, en 2017 por Valentín dijiste que no te meterías en la política. ¿Está abierta la consideración para una candidatura en 2019?
Es cierto que me quise presentar y no me dejaron. Quise arrancar por el escalón más bajo de mi barrio. En ese entonces, por cuestiones laborales, cambie mi domicilia a capital. Para 2017, el nacimiento de Valentín me cambió la vida y con todo el laburo que tenía, había muy poco tiempo. Todo en lo que me comprometo lo quiero hacer bien. Siendo dirigente en Ituzaingó me di cuenta que me encanta gestionar, que cuando uno es honesto y le pone ganas, puede conseguir grandes cosas. La política me encanta, fui asesor de una diputada durante cuatro años, laburé de adentro y desde el compromiso de agrupaciones políticas. En algún momento de mi vida lo voy a hacer. Tal vez 2019 intendente, concejal, diputado de la provincia. Quizás sea 2021, 2023, 2025, no lo se. Se que tengo el respaldo y el apoyo de la familia para cuando lo quiera hacer.
¿Cómo te gustaría verte dentro de 10 años?
Como ahora. Tranquilo, seguro, con las ideas siempre sosteniendo en creer que lo que uno piensa hay que defenderlo. Con los mismos amigos, la misma familia, con lo que construí y gané laburando, y sin haber bajado los brazos. Me gustaría ver un Brancatelli mas crítico sin miedo a que esas criticas puedan generar el rechazo de los que uno aprecia. Hay que aprender a criticar mas a uno mismo. Esa es mi principal falencia, muchas veces defender cosas que no debí defender. Me pasaron desilusiones en los últimos meses, que he defendido innecesariamente pensando que era porque son parte de un mismo espacio. Pero hoy estoy muy feliz de lo que soy, estoy muy seguro de mi mismo.