El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es un defensor de la violencia institucional y así lo demostró al firmar su primer indulto navideño en el que incluyó a policías y militares condenados por delitos culposos.
"El decreto innova al conceder indulto a aquellos que dedican sus vidas a la salvaguarda de la sociedad", informó la Presidencia de Brasil y detalló que los beneficiarios son agentes de la Policía Federal, Civil, Militarizada y del cuerpo de bomberos.
El indulto navideño es un beneficio previsto en la Constitución brasileña que concede la supresión de las penas por esta época del año siempre y cuando se cumplan determinados requisitos.
Las misiones de Garantía de la Ley y el Orden son autorizadas por el presidente de Brasil y conceden a los militares la facultad de asumir por completo las labores de seguridad pública en graves situaciones de perturbación del orden.
Este decreto va en consonancia con el discurso oficial de Bolsonaro que defiende la "mano dura" contra el crimen y que acostumbra a decir que "bandido bueno es bandido muerto". Además, el mandatario ha afirmado que si un policía mata a un delincuente, cualquier sea la circunstancia, debería recibir una "condecoración" en vez de ser investigado.
En su momento, el Gobierno brasilero ya intentó beneficiar a los agentes de seguridad por medio de una iniciativa legislativa que eximía de castigo a los policías que causasen bajas en situaciones de "miedo justificado, sorpresa o violenta emoción", pero ésta fue rechazada por el Congreso.
El indulto se produce en un contexto de creciente violencia policial en el país, según han denunciado diversas organizaciones, como Human Rights Watch (HRW).
No obstante, la Presidencia de Brasil destacó que se excluyen de la medida "una serie de crímenes considerados graves", como robo tras muerte, violación, tortura, aquellos relacionados con el crimen organizado, terrorismo, tráfico de drogas, pedofilia y corrupción.
Tampoco alcanza a condenados que "hayan practicado infracciones disciplinarias graves, que hayan sido incluidos en un régimen disciplinario diferenciado en algún momento del cumplimiento de la pena o que no hayan cumplido con las reglas fijadas" para progresar de régimen.
Además del apartado específico para las fuerzas de seguridad, Bolsonaro también hizo extensible el tradicional indulto navideño a aquellas personas que, después de haber practicado el delito, padezcan paraplejia, tetraplejia o ceguera.
También a aquellos portadores de "enfermedad grave permanente que imponga limitaciones severas y, al mismo tiempo, exija cuidado continuo que no pueda ser prestado en un establecimiento penal; que estén gravemente enfermos o en estado terminal, según recogieron distintos medios. .