Con goles de Thomas Meunier y Eden Hazard, la Selección de Bélgica superó por 2 a 0 a su par de Inglaterra en San Petersburgo y se quedó con un histórico tercer puesto en el Mundial de Rusia 2018.
El elenco belga dominó casi todo el partido sin grandes complicaciones y supo contener las estocadas de su adversario, que demostró falta de creatividad para quebrar las líneas.
Bélgica demostró su supremacía en el juego desde el primer momento y aprovechó la velocidad de sus extremos para complicar a una defensa inglesa bastante falta de reacción.
Esa estrategia surtió efecto rápido, ya que a los 4 minutos, Romelu Lukaku dominó una pelota en el centro del campo y la abrió rápido para una corrida de Eden Hazard, quien a toda velocidad llegó hasta el fondo y asistió a Meunier con un centro perfecto para que abra el marcador.
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Con el paso de los minutos, Bélgica comenzó a verse superado por el esfuerzo físico de su rival y cedió mucho terreno en el campo de juego. Así, Inglaterra comenzó a encontrar espacios para atacar con Harry Kane como faro, sin embargo, le faltó precisión en el último cuarto de la cancha.
Ya en la segunda mitad, los dirigidos por Roberto Martínez volvieron a adueñarse de la pelota y apostaron a definir el partido con avances veloces. Del otro lado del campo, Inglaterra no se animó a romper el manual de su tradicional estrategia y buscó la igualdad con ataques por los costados y pelotas cruzadas al área.
A Bélgica se le pudo complicar el partido en una sorpresiva aparición de Eric Dier, quien entró en el área y venció a Thibaut Courtois picándole la pelota ante su desesperada salida, no obstante, Toby Alderweireld se arrojó en el último segundo para despejar el gol cantado.
El ímpetu inglés obligó a los belgas a replegarse en el tramo final de juego, pero los conducidos por Gareth Southgate no supieron encontrar los caminos a arco y le concedieron una chance más a su rival.
Así, Hazard cumplió con la máxima de que "los goles que no se hacen en un arco se hacen en el otro" y cerró la historia en un contragolpe a los 82 minutos.
De esa manera, la Generación Dorada de Bélgica se metió en la historia grande del fútbol mundial superando su mejor participación en una Copa del Mundo, que había sido el cuarto puesto en México 1986.