Por Lorena Hak
Redacción El Destape
@LorenaHak
Una oferta de vacunos más voluminosa y una demanda reticente a convalidar el precio de la carne en los mostradores derivaron en una caída generalizada de los índices en el mercado de hacienda. Los últimos 30, 60 y 90 días atrás muestran que los novillos retrocedieron entre un 2% en un mes, y un 16% en 3 meses, los novillitos cayeron el 14% en 90 días, los terneros gordos un 11% y las vacas un 10% en el mismo trimestre.
La recuperación de la mayoría de los caminos, luego de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, impulsó la afluencia de oferta de cabezas empujando los precios a la baja. Según indicó el portal especializado Valor Carne, el precio de la hacienda ajustado por inflación muestra que, desde el pico alcanzado a fines de agosto último, hubo una disminución del 21%.
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Esta baja no se tradujo a las góndolas. El asado de novillo en febrero costaba entre $55 y $65 en las carnicerías de la Ciudad y el conurbano bonaerense. Hoy ronda los $75 mientras que el kilo de ternera no baja de los $90.
A mitad de año, la escasez de animales en el Mercado de Liniers había disparado los valores en las carnicerías por las abundantes lluvias, de ahí la variación del precio del kilo de asado indicado más arriba.
A partir de fines de septiembre, los precios reales en el Mercado de Hacienda fueron inferiores al promedio del último año y hoy se encuentran 13% debajo de este valor. En este sentido, el precio actual es 6% inferior al que regía en este período de 2013, también ajustado por inflación, pero en los supermercados y carnicerías ese retoque a la baja no se aplica y, por el contrario, va en aumento.
La coyuntura de fuertes alzas a mitad de año en el precio de mostrador de la carne tuvo como consecuencia una importante retracción de la demanda, que aún no volvió a recuperar su nivel anterior. "La demanda no es muy grande. Se restringen los gastos en todos los rubros, no sólo en la carne, por la suba de los precios", opinó a El Destape el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías porteñas, Alberto Williams.
"El precio bajó en Liniers, con los cual las carnicerías también los tendrían que bajar. Pero no va a pasar, la gente no mira los precios en general. Se vienen las fiestas y queremos el peceto, la colita de cuadril. El sistema es así", advirtió a El Destape el vicepresidente del Mercado Central, Alberto Samid.
El mediático dirigente aseguró que la caída es estacional por el ingreso de menor hacienda al mercado, y porque los productores "se están preparando para irse de vacaciones", por lo tanto en unas semanas la tendencia se va a revertir.
Se estima que en un mes se absorba la sobreoferta y empiecen a recuperarse las ventas en la coyuntura de las fiestas, lo que no implica que se descarte una nueva oportunidad para establecer aumentos, por lo que el consumidor deberá estar atento si puede volcarse hacia alguna carne sustituta.
Asimismo, la habitual recuperación de precios que se observa hacia fin de año, por reducción de la oferta a causa de motivos impositivos, y la que acontece desde febrero o marzo, por razones estacionales, puede derivar en que esta fase de números negativos se revierta.
Por su parte, Williams rechazó la posibilidad de una consecuente baja en las carnicerías porteñas. "Los precios que bajaron en Liniers es para los animales que superan los 300 kilos en pié, pero en la Capital Federal se consume el ternero chico bueno, y no el regular. El índice es un promedio entre regular y bueno. Acá se trabaja poco la media res", graficó.
En la semana terminada el 28 de noviembre, los precios de las principales categorías comercializadas en el Mercado de Liniers marcaron reducciones con relación a la semana anterior, salvo en el caso de los terneros gordos. Así, los novillos retrocedieron 2%, los novillitos 1% y las vacas 5%. Los terneros gordos terminaron la semana con menos del medio por ciento por encima de la anterior.
De todas maneras, Williams advirtió que los frigoríficos se comprometieron con el Gobierno a no suspender trabajadores en el marco de una caída de la actividad, por lo cual, si existe alguna diferencia en las cuentas que beneficie a los empresarios "lo van a aplicar en conservar las fuentes de trabajo".
"En el Conurbano los cortes de animales gordos bajaron. Hay ofertas de asado, porque acá (en la ciudad de Buenos Aires) a la gente no le gusta mucho la grasa".
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