El más joven de tres ciudadanos franceses buscados por la policía, por su supuesta participación en un ataque que el miércoles dejó a 12 personas muertas en las instalaciones de una revista satírica, se entregó voluntariamente, dijo un funcionario de la oficina del fiscal de París.
Los hombres encapuchados entraron a las oficinas en París de Charlie Hebdo, un semanario conocido por sus mordaces críticas contra el extremismo islámico y otras religiones, en el atentado insurgente más letal en suelo francés en décadas.
La policía francesa aún realiza una enorme búsqueda por los otros dos atacantes que escaparon en auto después de matar a algunos de los más reconocidos caricaturistas de Francia y a dos agentes policiales. Estarían localizados en el norte de Francia.
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La fuerza de seguridad emitió un documento a los agentes en toda la región diciendo que se buscaba a tres hombres por su posible relación con el ataque a Charlie Hebdo.
El documento identifica a los hombres como Said Kouachi, nacido en 1980, Cherif Kouachi, nacido en 1982, ambos de París, y Hamyd Mourad, nacido en 1996.
Una fuente de la policía dijo que uno de ellos fue identificado porque dejó sus documentos en el auto en el que escaparon.
Un funcionario de la oficina del fiscal de París añadió que el más joven de los tres sospechosos se había entregado en una estación de policía en Charleville-Mézières, a unos 230 kilómetros al noreste de París, cerca de la frontera con Bélgica.
BFM TV, citando a fuentes no identificadas, dijo que el hombre había decidido ir con la policía después de que vio su nombre en las redes sociales. Dijo que otros arrestos habían ocurrido en círculos relacionados a los dos hermanos.
La fuente policial señaló que Cherif Kouachi había sido juzgado previamente por cargos de terrorismo y estuvo 18 meses en prisión.
Cherif fue acusado de asociación criminal relativa a una acción terrorista en 2005. El fue parte de una célula islamista que reclutó a ciudadanos franceses de una mezquita en el este de París para que fueran a Irak a enfrentar a los estadounidenses. Fue arrestado antes de viajar rumbo a Irak para sumarse a los milicianos.
La policía publicó fotografías de los dos hermanos en la mañana de este jueves, llamando a testigos y describiendo a ambos hombres como "armados y peligrosos".
La fuente de la policía dijo que la fuerza antiterrorismo que estaba buscando a los sospechosos realizó allanamientos en Reims, Estrasburgo y París como parte de la investigación.
Un reportero de la agencia Reuters en Reims vio a la fuerza antiterrorismo de la policía asegurar un edificio antes de que un equipo forense ingresara a un departamento, mientras decenas de residentes observaban.
EJECUCIONES
Durante el ataque, uno de los atacantes fue grabado en un video mientras disparaba y gritaba "¡Allahu Akbar!" (Alá es el más grande). Otro hombre caminó hacia un policía que yacía herido en la calle- ese agente era musulmán- y le disparó a quemarropa con un fusil automático, antes de que los dos se subieran calmadamente a un auto negro y dejaran la escena.
Un oficial de la policía dijo que se temían más atentados porque los hombres armados aún estaban libres y describió la escena en las oficinas del semanario como una carnicería. Cuatro personas que resultaron heridas en el ataque siguen luchando por sus vidas.
Decenas de miles de personas se sumaron a manifestaciones improvisadas en toda Francia para recordar a las víctimas y apoyar la libertad de expresión.
El Gobierno declaró el máximo estado de alerta, redoblando la seguridad en centros de transporte, lugares religiosos, oficinas de medios de comunicación y tiendas de departamentos mientras se realiza la búsqueda de los atacantes.
Algunos parisinos expresaron sus temores sobre el efecto del ataque en las relaciones comunitarias en Francia, que tiene la mayor población musulmana de Europa.
"Esto es malo para todos, especialmente para los musulmanes a pesar del hecho de que el Islam es una buena religión. Esto hace que se corra el riesgo de que una mala situación empeore", dijo Cecile Electon, quien se describió como atea, en una vigilia en el Plaza de la Republica de París a la que asistieron 35.000 personas.
El semanario Charlie Hebdo es conocido por sus referencias satíricas contra líderes religiosos y políticos y ha publicado numerosas viñetas ridiculizando al Profeta Mahoma. Los yihadistas en internet habían advertido repetidamente que la publicación pagaría por sus burlas.
El último mensaje de la revista en la red social Twitter se burló de Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo insurgente Estado Islámico, cuyos miembros han tomado control sobre vastas zonas de Siria e Irak y han llamado a realizar "ataques individuales" en suelo francés.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del ataque. Sin embargo, un testigo citado por el diario 20 Minutos dijo que uno de los hombres armados gritó antes de subir al auto: "¡Digan a los medios que es Al Qaeda en Yemen!" Seguidores de Estado Islámico y otros grupos yihadistas elogiaron los asesinatos en sitios de internet.
Gobiernos de varios países europeos expresaron temor de que militantes que vuelven de Siria e Irak pueden llevar a cabo ataques en sus naciones.
"Hoy toda la República Francesa fue el blanco", dijo el presidente francés, Francois Hollande, en un discurso por televisión durante la noche, declarando que el jueves será un día de luto nacional.
ACTO SALVAJE
El fiscal de París Francois Molins dijo que los atacantes mataron a un hombre a la entrada del edificio para poder ingresar. Luego se dirigieron al segundo piso y dispararon en medio de una reunión editorial en la que había ocho periodistas, un policía y un invitado.
"Lo que vimos fue una masacre. Muchas de las víctimas han sido ejecutadas, la mayoría de ellas con heridas en la cabeza y el torso", dijo a Reuters Patrick Hertgen, un médico de los servicios de emergencia que acudió a tratar a los heridos.
Un reportero Reuters vio grupos de policías armados patrullando las tiendas de departamentos en el distrito comercial y había gendarmes armados afuera del Arco del Triunfo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió el ataque como cobarde y perverso, mientras que la canciller alemana Angela Merkel fue uno de los líderes europeos que criticó el asalto.
Entre las víctimas fatales está el cofundador de la publicación, Jean "Cabu" Cabut, y el editor en jefe, Stephane "Charb" Charbonnier.
Dalil Boubakeur, jefe del Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM, por sus siglas en francés), condenó un "acto inmensamente salvaje también contra la democracia y la libertad de prensa" y dijo que los perpetradores no pueden decir que son verdaderos musulmanes.
El año pasado, Francia reforzó sus leyes antiterrorismo y ya se encontraba en alerta tras los llamados del año pasado de militantes islamistas a atacar a ciudadanos e intereses galos, en represalia por las ofensivas de militares francesas contra bastiones extremistas en Oriente Medio y África.