Así quedó la oficina de Charlie Hebdo: el dramático relato de los sobrevivientes

08 de enero, 2015 | 10.30
De acuerdo a una detallada crónica del diario francés Le Monde Diplomatique, ayer por la mañana, y como todas las semanas, en la redacción de la calle Nicolas Appert número 10, en París, tenía lugar la reunión editoral para organizar las actividades de la revista satírica Charlie Hebdo.

El día comenzó como cualquier otro: los periodistas, cronistas, directores y caricaturistas cruzaron las medidas de seguridad dispuestas desde aquel fatídico primer atentado en 2011, atravesaron las paredes empapeladas con sus propias caricaturas como un afiche de Marine Le Pen ilustrado por un "mierda" en la bandera francesa o una caricatura del papa Francisco denunciando la pedofilia en la Iglesia y una fotografía de Sarkozy sonriendo y se disponían a empezar el encuentro alrededor de las 10:30.

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Cabu, Wolinski, Tignous, Honoré, Riss,Laurent Léger, Fabrice Nicolino y Philippe Lançon, el economista Bernard Maris y los columnistas Sigolène Vinson y Elsa Cayat eran algunos de los presentes.

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La reunión comenzó con normalidad, según relata Le Monde Diplomatique: algunos chistes de mal gusto y el habitual problema de la máquina de café sin funcionar habrían sido los únicos inconvenientes hasta que, una hora después del inicio del encuentro, todo cambió.

Dos hombres enmascarados y armados se presentaron en el número 6 de Nicolas Appert, calle a dos puertas de la redacción de la revista satírica, y, aprovechando la llegada de la empleada del correo, irrumpieron en el lugar. Preguntaron "¿dónde está Charlie Hebdo?" y fueron dirigidos a la misma calle pero número 10.

Al llegar, tomaron como rehén a la dibujante Corinne Rey ("Coco"), con quien se encontraron en la escalera y la obligaron a llevarlos a la redacción. Ella intentó distraerlos y los llevó al tercer piso, pese a que las oficinas son en el segundo, pero esto no impidió la masacre que vendría. Amenazada por un arma, Corinne puso el código de seguridad y los atacantes irrumpieron en la reunión y uno de ellos preguntó por el director de la revista: "Charb?", fue todo lo que dijo antes de disparar. Luego, el horror.

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Según recuerdan algunos de los sobrevivientes, el fuego indiscriminado comenzó luego de que los terroristas gritaran "¡Allahu Akbar!" (Alá es grande) y "Ustedes van a pagar caro haber insultado al profeta".

La dibujante Corinne Rey salvó su vida por refugiarse tras un escritorio: "Todo duró cinco minutos... hablaban francés a la perfección ... Decían ser de Al Qaeda", aseguró al diario francés Humanité.

Tras doce muertos en total, once heridos (cuatro de ellos de gravedad) y al grito de "Matamos a Charlie Hebdo", los dos atacantes se fugaron en un Citroën C3 negro, estacionado en la puerta del periódico.

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