El gobierno griego les propuso a sus acreedores internacionales un plan de recortes que incluya una fuerte suba de impuestos y recortes de pensiones, para asegurar un nuevo rescate financiero de más de 53.000 millones de euros.
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"Si el Gobierno devalúa con apoyo externo y reservas en el Central, es una medida que funciona. Pero si no se hace, y se mantiene un tipo de cambio artificialmente alto, al final es el mercado el que obliga a una devaluación desordenada, cuyas consecuencias conocimos los que vivimos el Rodrigazo en los '70", afirmó Kiguel, en una entrevista publicada hoy por El Cronista.
A su criterio, "si en 2011, en vez de poner el cepo se hubiera devaluado, no estaríamos ahora tan mal, al borde de otra crisis", y consideró que "el problema es creer que estamos reinventando la teoría económica".
El asesor de Macri afirmó que "acá se discuten cosas que en el mundo están resueltas, y se sacan a relucir ideas que ya fracasaron, como el control estatal, que en lugar de dar incentivos como en (el polo tecnológico estadounidense de) Silicon Valley, ahoga las inversiones".
Al justificar su propuesta devaluatoria, Kiguel sostuvo que "históricamente y en el mundo, cuando se devalúa, los precios aumentan menos de la mitad".
En ese sentido, señaló que "con la devaluación de 2002, los precios subieron un 40%", y añadió que "en enero de 2014, cuando devaluó (el ex presidente del Banco Nación Juan Carlos) Fábrega, el impacto fue similar".
Consideró que "cada vez que hubo atraso cambiario, nos fue mal, y terminamos con un ajuste más lento o más rápido".