Los análisis realizados sobre los coches CAF 5000 de la línea B de subte confirmaron la presencia de material cancerígeno en distintos de sus componentes, fuera del alcance de los pasajeros, tal como habían denunciado los trabajadores.
Como explicó Ezequiel Orlando en ControlZ, Mauricio Macri compró coches usados a España entre 2011 y 2012, cuando era jefe de Gobierno porteño. Contenían material cancerígeno, prohibido en Argentina desde 2001. Jamás les hicieron los estudios correspondientes.
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Recién después de que los trabajadores españoles descubrieran amianto dentro de los carros y por la presión de los metrodelegados, Horacio Rodríguez Larreta se vio obligado a quitarlos de circulación. Los coches, adquiridos hace sólo siete años por Macri, se utilizan en España para pruebas de explosivos. Acá van a convertirse en chatarra, la más cara en la historia porteña.
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Ahora, con los resultados de los análisis, se confirmaron las denuncias. Sbase hizo esta presentación en el marco de una comisión formada por gremios, Metrovías; la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio; y la Defensoría del Pueblo, constituida para la revisión paulatina del material rodante y de la infraestructura del subte y Premetro, según informó Nueva Ciudad.
Metrovías deberá desarrollar una iniciativa que esté incluida dentro del sistema de gestión de salud y seguridad ocupacional de la empresa, con la supervisión de SBASE.