La jueza federal de San Isidro y ex esposa del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, aseguró que a su ex marido "lo mataron" y consideró que su muerte "es un magnicidio de proporciones desconocidas que merece respuesta de parte de las instituciones de la república".
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"Nisman fue victima de un homicidio sin lugar a dudas. Nisman no se suicidó, a Nisman lo mataron", sentenció Arroyo Salgado en una conferencia de prensa y aseguró que en la causa "no se ha podido comprobar la única hipótesis sobre la que vino trabajando la fiscal" Viviana Fein.
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En ese sentido, enfatizó: "El suicidio no podrá ser acreditado por la simple razón de que Alberto Nisman no se suicidó, a Alberto Nisman lo mataron". Esta versión, indicó la ex esposa del fiscal de la causa AMIA, "es la que su familia sostuvo desde un primer momento y hoy se encuentra respaldad por el rigor científico".
La jueza precisó además que las conclusiones del informe realizado por los expertos forenses de la querella están fundadas en el análisis técnico-científico aportadas por la Fiscalía de Fein, un informe de autopsia con fotos y videos, estudios complementarios de la morgue, estudios macroscópicos e histopatológicos, fotografías y videos obtenidos en el lugar del hecho por parte de la Prefectura y la Policía federal, un informe de los peritos oficiales del cuerpo médico forense y de las dependencias técnico-científicas de las fuerzas de seguridad y declaraciones testimoniales de los mismos.
Antes de presentar las conclusiones, Arroyo Salgado repasó con elogios la trayectoria de su equipo, integrado por los médicos legistas Osvaldo Raffo y Julio Ravioli y por el criminalista Daniel Salcedo, que integra el equipo de forenses. Además, aclaró: "Esta querella no busca ningún resultado determinado, lo único que buscamos es la verdad objetiva y científicamente comprobable".
El Destape tuvo acceso en exclusiva a las conclusiones del informe elaborado por el equipo de peritos. La principal conclusión que sostiene la hipótesis de la ex esposa de Nisman indica que no hubo espasmo cadavérico sino que hubo agonía.
"Se afirmó en la autopsia oficial que el cadáver de Nisman presentaba espasmo cadavérico en la mano derecha, lo que induciría a pensar en suicidio, pero podemos afirmar con certeza que ese signo no existió", sostuvo Arroyo Salgado, y agregó: "La agonía es incompatible con la aparición de este signo y Nisman tuvo agonía, objetivamente demostrada por la copiosa hemorragia externa". Además, aseguró que "la posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final, el cuerpo había sido movido".
Consternación, preocupación e incredulidad en las instituciones
"La muerte violenta de Alberto Nisman en el contexto político en el que tuvo lugar ha impactado de lleno en la institucionalidad de la República y puesta en juicio del rol del Estado nacional ante la comunidad internacional en materia de terrorismo", señaló la magistrada, y remarcó además que su muerte generó una enorme "consternación seguida de una honda preocupación e incredulidad en las instituciones de la República, que solo será revertida con la certeza de la verdad hallada".
"Su muerte es un magnicidio de proporciones desconocidas que merece respuesta de parte de las instituciones de la república", concluyó.
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