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La querellante en la causa por el fallecimiento de su ex pareja y padre de sus dos hijas presentó esta mañana la apelación contra la decisión de la jueza Fabiana Palmaghini, que ratificó la continuidad de Fein al frente de la investigación tras un segundo pedido de Arroyo para que la jueza tome las riendas de la investigación.
Desde que comenzó la investigación para saber qué ocurrió en aquel fin de semana de enero en el departamento que Nisman alquilaba en Le Parc, las tensiones entre Arroyo Salgado y Fein fueron in crescendo. El núcleo de la pelea pasa por la hipótesis principal de la investigación. Mientras Fein alberga dudas en relación a si fue un suicidio o un homicidio, para los peritos de la querella Raffo y Salcedo no hay dudas: Nisman fue ejecutado.
La hipótesis es importante porque, de confirmarse que fue un homicidio, la causa debería abandonar el fuero penal ordinario de la Capital Federal y llevarse al fuero federal, donde aun se tramita una causa por amenazas contra Nisman y su familia, que data de 2013 y está a cargo del juez Luis Rodríguez.
Además, la data de muerte genera discrepancias entre ambas partes. Arroyo Salgado sostiene que fue el sábado 17 alrededor de las 20 horas, cerca del momento en el que Diego Lagomarsino admitió que le llevó la Bersa .22 al fiscal. Fein, por su parte, asegura que ocurrió el domingo alrededor de las 15, basándose en la autopsia realizada por los peritos de la Corte Suprema.
La fiscal del caso señala a la ex pareja de Nisman porque entiende que está obstruyendo la investigación, ya que pidió suspender la junta médica y el peritaje sobre los dispositivos electrónicos que había en el domicilio del magistrado, algo a lo que finalmente accedió Palmaghini.