Arrancó la cuarentena obligatoria: El Cadete lanzó su diario y reveló su detalles íntimos

Pedro Rosemblat relató su primer día de aislamiento preventivo y contó cómo dividió su casa en barrios.

20 de marzo, 2020 | 19.02

"Cuarentena, día 1". Pedro Rosemblat comenzó así su relato sobre la vida durante el aislamiento social obligatorio para combatir el Covid-19. Con un llamado a quedarse en las casas, contó lo difícil que resulta hacerlo pero lo necesario que es. Cómo aparecen las ganas de hacer lo que uno nunca quiso hacer y las vueltas que le busca al asunto para no perder la imagen de recorrer las calles.

"No podés viajar en limousine, ni en tren, ni en avión, el decreto no habla de barcos pero tampoco podés viajar en barcos. No podés viajar, te tenés que quedar en tu casa. Eso es básicamente la cuarentena que arrancó hoy", relató "el cadete" en Patrulla Perdida, por El Destape Radio.

Bajo el título de "aislamiento preventivo" remarcó que "el virus circula entre las personas y si las personas nos quedamos quietas, el virus también. Eso dicen los médicos y les creemos todo". Médicos para los que anoche hubo aplausos, a los que él se sumó y pensó: "¿Cuánto va a durar?, no los médicos sino los aplausos, ¿a quién vamos a aplaudir cuando tengamos que discutir de dónde vamos a sacar la plata para bancar todo ésto?, pero eso no es lo importante ahora. Lo importante ahora es respetar la cuarentena, quedarnos quietos y hacer lo que pide Alberto". 

Frente al primer día de aislamiento, dividió su casa en barrios "para no perder la dimensión urbana". Los describió uno a uno: "El barrio más cheto es la cama, porque tiene poca circulación, lugar para el esparcimiento, es cómodo y hasta tiene dos plazas. Es el barrio donde me gustaría quedarme, pero me veo obligado a recorrer otros".

Microcentro es el baño, "un lugar de tránsito fluido, concurrido, de entrada y salida constante de gente que persigue un fin específico, aunque en este caso la gente soy yo nomás". Pero el corazón productivo del hogar es la cocina, que "tuvo un boom inmobiliario en los últimos días, subió mucho el valor del metro cuadrado. No hay negocios lindos ni barrios concurridos pero se volvió indispensable, vital, desde ahí se provee el alimento para todos los otros barrios".

Pepe reflexionó: "Hay gente preparada para la cuarentena, pensé que era uno de esos hasta que la decretaron". Le surgieron ganas de hacer cosas que nunca quiso, como correr y se le manifestó la necesidad de atarse a algo que lo ponga en contacto con el mundo: "Necesito hacer radio", remató.