El ministro de Energía, Juan José Aranguren, negó que tuviera algún rol en la licitación donde Shell quedó como el gran ganador, lo que sólo representa una causal más de violación a la Ley de Ética. En Economía Política se reveló cómo el ex presidente de la petrolera benefició a su empresa e incluso hoy se mantiene como accionista de ella.
Aranguren defendió que su empresa ganara un sorteo por siete de ocho barcos de gasoil por ser la que ofertó menores precios.
En radio Continental alegó que "las licitaciones la hizo Cammesa, empresa que es una sociedad anónima, y el Estado nacional tiene un 20% y que utiliza como agente de comercialización a YPF, al agente de compra, otra SA que hace la licitación".
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El funcionario dijo que se enteró del resultado por Perfil, el periódico que trató la noticia en primer lugar. "Tomé contacto con las autoridades de esa repartición para saber qué había ocurrido y envié nota al auditor interno para que se asegure de que se habían cumplido todos los procedimientos porque no tuve participación", relató.
En el descargo, el ex jefe de Shell contó que en la licitación "el menor precio fue la compañía que antes era mi empleadora". Al respecto, ironizó que "quizás antes no participaba (Shell) y el gobierno nacional en ese entonces se evitó reducir el costo".