El escándalo por los aportantes a la campaña de Graciela Ocaña y Esteban Bullrich y el uso de personas humildes para lavar dinero en tiempos electorales suma un nuevo capítulo y no parece tener fin: a los 850 casos relevados por este medio e identificados como falsos se suman unos 200 más de distintos puntos de la Provincia y completamente ajenos a planes sociales.
Luego que El Destape publicara el extenso listado de personas que jamás pusieron un peso a la campaña electoral que comandó María Eugenia Vidal y Federico Salvai durante el año pasado, comenzaron a aparecer cientos de casos nuevos y extraños, de gente de clase media, trabajadores del Estado e incluso comerciantes que nada tienen que ver con el oficialismo, pero que, sin embargo, figuran en los informes financieros presentados ante la Cámara Nacional Electoral.
En un breve repaso, este medio pudo hallar más de 150 casos pertencientes a Junín, Bahía Blanca, Luján, Olavarría, La Plata, Tandil, Quilmes, Colón y Lanús que nada tienen que ver con los 850 encontrados hasta aquí, correspondientes a personas humildes que cobran planes sociales y que, sostuvieron, jamás haber hecho un solo aporte a Cambiemos ni haberse afiliado al PRO.
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Uno de los casos más sorprendentes fue el de Fabián Balut, quien durante la semana publicó en su cuenta de Twitter que se enteró a través de otro usuario que era una de las víctimas del lavado oficialista en la campaña de 2017: "Mal comienzo del día, me entero que he sido aportante de la campaña de Cambiemos 2017, analizando el tema para llevarlo a la justicia", expresó a través de las redes sociales.
Balut, ex candidato a Intendente y dueño de una importante concesionaria de autos en Bahía Blanca, no recibe planes sociales y figura aportando una suma más que generosa: $20.000 divididos entre Graciela Ocaña y Esteban Bullrich.
En diálogo con FM La Patriada, Balut expresó: "Esteban Bullrich se robó la personería del partido de López Murphy del que yo formaba parte, jamás aportaría un peso a su campaña", para luego agregar que votó al gobierno y que ahora siente "mucha bronca y desilusión".
Otro de los casos emblemáticos que se dieron en la última semana es el de Ramón Ayala, el titular de UATRE que se enteró, a través de la misma emisora, que figura aportando dinero a la campaña oficial. "Qué voy a haber puesto...es más fácil sacarle una muela a un tigre que plata a mí", expresó el dirigente sindical oficialista al ser consultado por sus contribuciones.
Pero eso no es todo, en la propia redacción de El Destape sucedió algo inesperado en todo sentido, cuando el pasado viernes el periodista Matías Gómez halló a su propia madre, Elizabeth Cornejo, unos $17.000 a las campañas de Ocaña y Bullrich respectivamente. La mujer, que tampoco recibe ningún tipo de asistencia social y que se desempeña como comerciante, negó haber hecho cualquier contribución.
Es necesario destacar que todos los casos mencionados también figuran como afiliados a un partido en la provincia de Buenos Aires, y, luego que la Justicia confirmara que el 99% de los aportantes falsos están inscriptos en el PRO, sería lógico que ellos también lo estuvieran.
Otro de los puntos salientes de la investigación de El Destape, que ya tiene confirmados más de mil casos, es decir, un 25% de los aportes falsificados, es el uso de bases de datos del Estado para detectar el nivel socioeconómico de los "financistas". En el caso de los beneficiarios de planes sociales, el importe de la presunta donación nunca superó los $2.000, en cambio, en los casos que comienzan a salir a la luz de comerciantes y empleados públicos, todos realizaron aportes enormes.
Es por eso que el jefe de Gabinete de la Provincia, Federico Salvai, esposo de Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social, quedó en el centro de la escena, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, presidenta del PRO, donde salieron las fichas de afiliación truchadas, y su tesorera, María Fernanda Inza.