El corte de luz en La Plata demostró la inexistencia de las inversiones de las empresas energéticas luego de los jugosos tarifazos y las millonarias ganancias que les regaló Cambiemos desde 2015. Pero este caso también dejó al desnudo la carencia de los controles que nunca estuvieron en los radares del gobierno macrista.
La falta de energía eléctrica en la ciudad de La Plata (que ya lleva al menos 5 días) tiene virtualmente paralizados numerosos barrios de la capital bonaerense. Vecinos y comerciantes de la zona reclaman pérdidas millonarias por el apagón. En medio de los padecimientos, los responsables: el funcionario encargado de controlar a las energéticas en la provincia de Buenos Aires fue director de una de las empresas que pasará a la órbita local desde la nacional.
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El director de Servicios Públicos bonaerense, Edgardo Volosin, debía exigir que Edelap invierta los ingresos extraordinarios que recibió en los últimos tres años y medio. No obstante, la compañía levantó ganancias de $ 1.245 millones en los primeros nueve meses de 2018, como muestra el balance al que accedió el diputado Rodolfo Tailhade.
Volosin fue director de Edenor, propiedad de Marcelo Mindlin, el amigo de Mauricio Macri y dueño del conglomerado energético más grande del país. No casualmente, el Presidente firmó un acuerdo con la gobernadora provincial, María Eugenia Vidal, y el mandatario porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para traspasar Edenor y Edesur de la jurisdicción nacional a las locales.
Edelap, la que generó el apagón, es controlada por DESA, de Rogelio Pagano desde 2017, cuando se la compró a Alejandro McFarlane. Ambos se conocieron dentro del fondo de inversión Dolphin, como socios de Mindlin. Los tres forman parte del selecto grupo que sebenefició con los millones adicionales que les entregó Macri con los tarifazos de 3.000% y se ocuparon de llevarse esas utilidades en lugar de invertirlas.