“La aparición de la Teoría King Kong fue un estallido que revolucionó el panorama francés por la potencia de sus ideas y su peculiar visión de la posición femenina en el contexto histórico del siglo XXI. En ella, Virginie Despentes se planta de un modo personal y contundente frente la sexualidad, las cuestiones de género, la discriminación, los prejuicios sociales, la jurisprudencia que rodea a la prostitución, el lugar del porno, el fantasma de la violación y todas las versiones de un machismo que aún subsiste y persiste", afirma Alejandro Maci en un texto difundido a la prensa. Y en tiempos donde se siente la revolución feminista, una apuesta tan osada como la de llevar Teoría King Kong a un teatro público se celebra y aplaude de pie. Andrea Bonelli, Mercedes Morán y Soledad Silveyra se ponen al hombro tres adaptaciones fabulosas del clásico contemporáneo de Despentes.
La versión teatral que se lleva a cabo en el Teatro Nacional Cervantes estrenó el viernes 14 y busca, a través de tres espectáculos independientes, plasmar algunos de los tópicos esenciales que Despentes aborda en el libro.Y para ejecutar estas magníficas lecturas, se han elegido tres actrices de renombre que, sinceramente, dejan cuerpo y alma en el escenario. Teoría King Kong dista de ser un ejercicio de lectura pasiva y con poca acción, la carga política que se vive en cada página respira y la sala María Guerrero es un punto de encuentro fenomenal para presenciar este fenómeno tan necesario como inusual.
Los espectáculos -estrictamente lecturas,pero esto no quita la interpretación de cada artista- son tres: Porno Brujas (los viernes 21 y 28 de febrero a las 20 horas) con Andrea Bonelli, dirigida por Mónica Viñao, Chica King Kong (los sábados 22 y 29 de febrero a las 20 horas) con Mercedes Morán, dirigida por Romina Paula, y Durmiendo con el enemigo (los domingos 23 de febrero y 1 de marzo a las 20 horas)con Soledad Silveyra, dirigida por Claudio Tolcachir. De esta manera fresca e innovadora,el Cervantes da inicio a una temporada con aire nuevo,luego de que se conociese la designación de Rubén D’Audia y Sebastián Blutrach al frente tras la huelga de trabajadores contra las políticas del ex gestor Alejandro Tantanian. Con el teatro en funcionamiento y renormalizándose, el libro de Viginie Despentes llega en un momento justo de la sociedad argentina.
“En ella, Virginie Despentes se planta de un modo personal y contundente frente la sexualidad, las cuestiones de género, la discriminación, los prejuicios sociales, la jurisprudencia que rodea a la prostitución, el lugar del porno, el fantasma de la violación y todas las versiones de un machismo que aún subsiste y persiste”, agrega Alejandro Maci, el impulsor del proyecto. Vale la pena discutir los machismos interiores y poner en jaque las estructuras patriarcales, las lecturas son un método simpático de democratizar un libro con vida propia. Y nadie queda inmune con el manifiesto, al contrario. Una maravilla.