Andalucía, el primer test electoral de España

28 de marzo, 2015 | 18.35
Las elecciones regionales en Andalucía del domingo 22 de marzo tuvieron en vilo a los españoles de cara a las elecciones generales de fin de año. Muchos consideran que fue el primer test de un año electoral que continuará muy pronto con las municipales y autonómicas de mayo, en particular para las nuevas formaciones políticas como Podemos y Ciudadanos.

El Partido Socialista Obrero Español obtuvo el 35 por ciento de los votos en Andalucía y se alzó con la victoria tal cual lo vaticinaban todas las encuestas aunque no logró la mayoría absoluta para gobernar. Comparado con las elecciones de 2012 perdió pocos votos y tres escaños (de 50 bajó a 47). El Partido Popular, que gobierna España, perdió casi medio millón de votos y 14 escaños (de 47 a 33) logrando el segundo lugar con el 26 por ciento. En tercer lugar se ubicó Podemos con casi el 15 por ciento y 15 escaños, luego Ciudadanos con el 9 por ciento y 9 escaños, y en último lugar Izquierda Unida que perdió casi la mitad de sus votantes y su bancada se redujo de 12 a 5 escaños en un Parlamento de 109 miembros.

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Las grandes manifestaciones de 2011 y la aparición de Podemos en 2014 y de Ciudadanos -que de Cataluña saltó al escenario nacional- revelan un profundo cuestionamiento de los dos grandes partidos que se han alternado en el poder desde la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, el gobernante Partido Popular de derecha y el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE, que gobierna Andalucía desde hace tres décadas.

Una de las preguntas que todos se hacían respecto de las elecciones regionales era si se iba a quebrar el bipartidismo tomando en cuenta la sorpresiva aparición de Podemos en las elecciones al Parlamento europeo de 2014 cuando obtuvieron cinco eurodiputados y se ubicaron como cuarta fuerza política a nivel nacional. En dichas elecciones menos del 50 por ciento de los españoles votó por los dos grandes partidos, un golpe duro para ellos comparado con el 82 por ciento de apoyo que habían recibido en 2009 y se instaló el debate sobre el "fin del bipartidismo".

Es cierto que la presencia de Podemos ha convulsionado a todos los españoles, especialmente porque se presenta como una alternativa de poder real y su líder Pablo Iglesias repite desde el año pasado que va a ganar las elecciones generales de fin de año. Sin embargo, en Andalucía quedaron muy lejos del 35 por ciento del PSOE o incluso del 26 por ciento del Partido Popular que -entre ambos- superaron el 60 por ciento, lo que mostraría que el llamado bipartidismo está vivo y bastante sano. Como los líderes de Podemos aspiran a ganar las elecciones generales de fin de año el 15 por ciento obtenido fue recibido con desilusión a pesar de que es un éxito para una formación que apenas tiene un año de vida. Desde ya que Andalucía no es España y se sabía que el PSOE era amplio favorito. Habrá que ver si Podemos se queda en una expresión de deseos o si realmente es una alternativa de poder. Por ahora es una ola de ilusiones.

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