Por Pedro Brieger
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La situación es muy compleja y no hay una respuesta lineal al ataque a Charlie Hebdo, porque ¿por dónde empezar?
Está claro que el discurso de la derecha es 'nos tenemos que deshacer de los musulmanes, árabes, de aquellos que son diferentes a nosotros y que destruyen nuestros valores'. Vamos a escuchar mucho en estos días que hay valores occidentales, nuestros valores. El ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy , habló de los valores civilizados frente a la barbarie. Uno se pregunta de qué valores está hablando y cuáles son. Por lo general cuando se piensa en Francia se piensa en lo que estudiamos: libertad, igualdad, fraternidad, herencia de la revolución francesa, su idealización, porque hay que recordar que allí también rodaron muchas cabezas.
Pero hay una idealización de eso, y tiene que ver con su tradición. Charlie Hebdo era muy importante y sin lugar a dudas que Francia y varios países europeos y EE.UU. tienen una larga tradición de libertad de prensa en muchos aspectos, sobretodo en lo satírico y quizás no tanto en otros aspectos, pero la irreverencia es muy occidental. Charlie Hebdo en Francia, Mongolia en España, Barcelona en Argentina, Mad, en EE.UU. son todos ejemplos de una tradición muy fuerte de sátira política y contestataria. Pero sobre todo en Charlie Hebdo existe no sólo una critica al Estado francés desde un perfil progresista sino que también dentro de su irreverencia había una crítica muy fuerte al profeta Mahoma, al mundo islámico y otras religiones
Pero... ¿en el mundo de la sátira cuál es el límite? En Francia estaba planteado por muchas de las caricaturas que había hecho la publicación sobre el islam y que habían generado el rechazo de muchos grupos y dirigentes islámicos.
El problema tiene muchas aristas y es extremadamente problemático. La Francia que quiere la extrema derecha francesa, esa Francia "blanca" católica y laica ya no existe más por su propia expansión colonial.
¿Por qué están todos los musulmanes, árabes, turcos en Francia? Porque ocuparon gran parte de África y Medio Oriente y hoy conforman una población que la extrema derecha aborrece: porque son negros, porque supuestamente no son civilizados, porque son musulmanes y tienen otras costumbres. Francia los trajo y ocupó sus territorios. Lo que pretende la derecha es que esa población se adapte a la cultura francesa, que abandonen su historia, sus costumbre y su religión. Cuando Sarkozy habla de la Francia civilizada no menciona los 132 años de ocupación de Argelia ni las barbaries que cometieron. Francia tiene múltiples caras.
Francia es Charlie Hebdo y la libertad de expresión de las revistas satíricas. Francia es el mayo del '68 y las expresiones libertarias de la década del '60. Pero Francia también es la cooperación de una parte de su sociedad con el nazismo y los campos de concentración y también es la colonización de Argelia y el reparto de Medio Oriente con Gran Bretaña y es también la actual invasión de algunos sectores de África y la participación militar en otras zonas del mundo.
Aunque también es cierto que hay algo específico respecto del islam que marca una diferencia: nosotros no vemos atentados de cameruneses o habitantes de ex colonias francesas del centro de Africa. Esto se da por musulmanes y tiene que ver con una interpretación muy radical de algunos sectores islámicos que odian al mundo occidental que ellos conocen desde la barbarie y preferirían luchar hasta destruirlo. Los argelinos no conocieron libertad, igualdad y fraternidad de Francia sino 132 años de colonización y barbarie.
¿Pero qué pasa cuando grupos de inmigrantes (no solo en Francia, sino en muchas otras sociedades) se incorporan a otra cultura, con sus tradiciones, su religión? ¿se adaptan o no a la cultura dominante? ¿quién es un francés hoy? ¿es más francés Sarkozy, hijo de húngaros, que alguien que hace 300 años vive en Francia pero vive en barrios marginales y desciende de argelinos? Este es el problema de la identidad en Francia. Desde ya que esto no es una respuesta al tema del atentado.
Comprender que para los musulmanes religión y estado es la una misma cosa es difícil para el mundo occidental, además son culturas que no están aisladas. Lo que plantea hoy la extrema derecha francesa, más allá de la pena de muerte, es "que se vayan" para mantener una cierta "pureza". La Europa del siglo XXI no es la misma del siglo XX que sigue interactuando con África. Ellos siguen interviniendo en Medio Oriente. No se cierran en sí mismos. No hay que olvidar que también ellos armaron a grupos que hoy juegan en contra, los armaron en su beneficio en las invasiones, tal como hizo EE.UU. en Afganistán.
Esto es parte de lo complejo, es el fenómeno de Al Qaeda en Afganistán que no es un invento de CIA para luchar en contra de los soviéticos, pero sí que los estadounidenses aprovecharon muy bien la situación en Afganistán para montarse sobre ella y usarla para sus propios beneficios, al igual que en Siria y en Irak. Armaron y adiestraron a grupos armados pensando, erróneamente, que los iban a poder controlar. Siendo conscientes que muchos de estos grupos se nutren de musulmanes occidentales, nacidos en España, Alemania, en el Reino Unido; muchos de ellos vuelven a sus países. Este fenómeno lo conocen los servicios de inteligencia y los intelectuales franceses han escrito muchísimo sobre ello desde hace dos décadas.
Aquellos que venían con la medalla de haber luchado contra los soviéticos eran conocidos como los "afganos", nadie desconoce este fenómeno. A ello se le combina que algunos de estos grupos de musulmanes tienen una visión muy autoritaria de la vida, no aceptan ninguna disidencia: es el islam o nada. El mundo occidental tiene un discurso mucho más sofisticado, no dice que van a hacer un ataque terrorista, no elogian la masacre en Argelia, ni los diarios en EE.UU. elogiaban las masacres en Vietnam. El problema es el de la autoridad moral: ¿qué autoridad moral tienen hoy los franceses -su clase política y empresaria- para condenar esta masacre después de Argelia?
De todas maneras, esto no pretende justificar ni la masacre de los periodistas ni ninguna de las otras masacres que pueda cometer alguno de estos grupos. Todo lo contrario. Es importante resaltar lo complicado que es el discurso de estos sectores autoritarios que no están dispuestos a convivir con aquellos que no sean musulmanes, que tienen conflictos dentro del Islam también. Se vio en Irak, Siria y Afganistán también (después de la invasión soviética y de la invasión de EE.UU. con graves enfrentamientos entre grupos étnicos).
Por eso lo sucedido tiene muchas aristas extremadamente complejas, donde no se termina de entender porqué estos grupos están dispuestos a matar a cualquiera, incluso caricaturistas identificados con el mundo progresista en Francia. Por otra parte, el choque discursivo entre aquellos que se presentan como la opción civilizatoria, pero a su vez siguen interviniendo en el resto del mundo y no justamente de una forma civilizatoria sino más bien de barbarie.
Hay un elemento que no aparece a simple vista y es que el 25 de enero se realizan elecciones en Grecia y allí el candidato de izquierda, Alexis Tsipras es el gran favorito. Pero en Grecia hay un partido de extrema derecha que ha crecido mucho este último tiempo, Aurora Dorada, y hay que ver si el atentado en Francia tiene algún impacto en el proceso electoral griego.
En Grecia hay muchos inmigrantes también, no tantos del norte de Africa, no tantos musulmanes porque Grecia no ha tenido esa política colonial que tuvo Francia. Pero si es verdad que el discurso antiinmigrante está, es contra de Rumanos búlgaros o incluso gente que viene de Africa en busca de mejores condiciones de vida.
Si bien en Europa se insiste en la antinomia "civilización vs barbarie" y después de la Segunda Guerra Mundial se dijera "nunca mas" respecto de las grandes matanzas en suelo europeo, la extrema derecha ha crecido de manera notable con un discurso mucho más sofisticado. Atentados como el perpetrado contra Charlie Hebdo no hace mas que fortalecerlos aunque a sus perpetradores eso no parezca importarles.