"En 20 días, el cuarto gobierno kirchnerista ya mostró sus primeros despropósitos. Una Cristina recargada y más chavista que nunca. No quiero ser agorero ni aguarle la fiesta a quienes votaron con esperanza. Pero tampoco quiero ser falso ni mentiroso. Me rebela la hipocresía", arranca el polémico editorial con el que Alfredo Leuco comenzó el 2020, descargando odio al aire de su ciclo de Radio Mitre.
El periodista opositor aprovechó para arremeter (nuevamente) contra la figura de la vicepresidenta Cristina Kirchner, a quien le dedica casi todas sus palabras -muchas de ellas conjeturas suyas, sin ningún tipo de pruebas- y lanza críticas feroces hacia el ministro de Cultura, Tristán Bauer, al que calificó de "cineasta mediocre".
"Cristina en 20 días utilizó dos veces el patrimonio de todos los argentinos como es la página oficial del Senado para criticar a los diarios Clarín y La Nación. Está en todo su derecho de expresar sus rechazos a través de Twitter o sus redes sociales o por medio de entrevistas. Pero la página del Senado es de todos los argentinos. Parece un tema menor. Pero demuestra una confusión mayor. Otra vez, aparece el mismo problema de siempre. Cristina y sus seguidores, no se sienten inquilinos por 4 años del poder. Se sienten los dueños", apuntó Leuco en su ciclo "Le doy mi palabra".
Una de las partes más cargadas de odio irracional y dañino fue la dedicada a Tristán Bauer, el ministro de Cultura designado por Alberto Fernández: "Panfletos audiovisuales cargados de mentiras llevó a la pantalla con 'El camino de Santiago' y con 'Tierra Arrasada' donde me da el privilegio de aparecer en pantalla para que toda la hinchada de Víctor Hugo y Cristina me putee con ganas. Tristán, tan tan tan fanático como poco peronista es el flamante ministro de Cultura que casi tomó por asalto la sede de su cartera y que permitió que los empleados rompieran la computadora que controlaba el presentismo laboral"
Para coronar el editorial, Alfredo Leuco habló de el presidente destituido por un golpe de Estado, Evo Morales, fiel al estilo catastrófico que lo caracteriza: "Veo que Evo Morales, especialista en fraude electoral, se pasea entre nosotros como si fuera un Dios de la democracia y nos dicta cátedra junto a otra demócrata como Hebe de Bonafini. Eso nos lleva derechito a reconstruir las relaciones carnales con el narco dictador Nicolás Maduro, el castrismo jurásico que somete al pueblo cubano y los negacionistas del holocausto de Irán".