Alemania tiene más pobres, pero mide el índice de otra manera

09 de junio, 2015 | 11.39

Tras los dichos del jefe de Gabinete y precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, respecto de que Argentina tiene menos pobres que Alemania, una revisión superficial de las estadísticas de ambos países puede aportar al análisis.

En Alemania se sitúa por debajo de la línea de la pobreza a quien tiene ingresos inferiores al 60 por ciento del ingreso neto promedio del país. Para una familia tipo de cuatro miembros, el límite son 1.848 euros mensuales (2.070 dólares). Mientras que el criterio para los solteros equivale a que reciban hasta 892 euros mensuales (1.015 dólares). En este caso, el concepto más extendido en Europa es el de "pobreza relativa", según el cual se considera pobre a "aquella persona que no dispone de ingresos que le permitan su participación en la vida social", se indica oficialmente.

Estos valores equivalen, para una familia tipo, de 18.692 pesos al tipo de cambio oficial o 26.123 pesos al tipo de cambio paralelo. Para un soltero, es equivalente a 9.165 pesos al cambio legal y 12.809 pesos en la conversión "blue".

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Asimismo, la Oficina Federal de Estadística (Destatis) entiende "tener para comer": poder permitirse una comida completa al día con carne, ave o pescado, o suplemento proteínico en caso de vegetarianos.

Pero para ir al grano, la última contabilización estimaba 3,1 millones de pobres en Alemania al cierre de 2013, lo que suponía ya un aumento del 25% respecto a los datos de 2008. No obstante, la Asociación de Servicios de Beneficencia alemana contabilizó en febrero de este año 12,5 millones de pobres, el peor dato desde la reunificación alemana en 1990. Tan es así que el porcentaje de pobres entre los 80 millones de alemanes aumentó de un 15 por ciento en 2012 a un 15,5 por ciento en apenas un año, según datos oficiales.

El dato sorprende, ya que Alemania se encuentra en el puesto cinco a nivel mundial según su Producto Bruto Interno (PBI). El PBI per cápita alcanzó 47.200 dólares, y su Índice de Desarrollo Humano se registra como "Muy Alto", según datos de organismos internacionales.

Asimismo, el crecimiento del número de pobres se presenta a pesar de que el desempleo está en mínimos históricos (6,5 por ciento). Simultáneamente, el año 2014 terminó en Alemania con un récord de personas ocupadas al superarse los 43 millones de trabajadores. Es la cifra más alta desde la reunificación hace 24 años.

Por este hemisferio, el INDEC presentaba los datos sobre los hogares y personas bajo la Línea de Pobreza (LP), que se elaboraban en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que se realiza cada tres meses. A partir de los ingresos de los hogares se establecía si éstos tienen capacidad de satisfacer (por medio de la compra de bienes y servicios) un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales. El procedimiento partía de utilizar una Canasta Básica de Alimentos (CBA) y ampliarla con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) con el fin de obtener el valor de la Canasta Básica Total (CBT).

Para calcular la incidencia de la pobreza se analizaba la proporción de hogares cuyo ingreso no superara el valor de la CBT; para el caso de la indigencia, la proporción cuyo ingreso no superara la CBA.

Pero como es de público conocimiento, y según se indica en el portal web del instituto, "se modificó a partir del mes de enero de 2014 la metodología de elaboración del índice de precios al consumidor, pasando de medir precios en el Gran Buenos Aires a hacerlo en la totalidad del país".

En este sentido, se indica que "se discontinuó la publicación de la serie histórica de la medición de Incidencia de pobreza e indigencia por ingresos monetarios que el instituto estadístico venía realizando desde 1993 por contar con severas carencias metodológicas, sumadas al hecho de la discontinuación del IPC-GBA y la imposibilidad de empalme con el nuevo IPC-NU (Nacional Urbano)".

Concretamente, para el primer semestre de 2013 (el último dato publicado) y según el instituto de estadísticas, se encontraban bajo la línea de pobreza 3,7 por ciento de hogares, 4,7 por ciento de personas; muy por debajo del registro alemán. Lo cierto es que desde enero de 2007, el INDEC comenzó a funcionar bajo la sospecha de una intervención no oficial, denunciada por los propios trabajadores del instituto.

Un grupo de economistas heterodoxos, nucleados en el Centro de Estudios Scalabrini Ortíz, calculó recientemente el índice de pobreza en un 16,1% y el de indigencia en 5,1%, para el segundo semestre del 2014. El estudio valoraba positivamente el impacto del programa Precios Cuidados como una forma de morigerar el peso de la inflación en los bolsillos de los pobres.